Argentina se asoma al abismo tras la victoria de Javier Milei, el candidato ultraderechista que ha prometido un cambio radical en el país.
Milei, economista libertario, ha obtenido el 55,7% de los votos, frente al 44,2% de Sergio Massa, el candidato oficialista, lo que supone una diferencia de casi doce puntos porcentuales.
Massa no ha tardado en comparecer ante los medios para reconocer que "ha sido una campaña difícil" y mostrar su agradecimiento "a todos los que han participado" en el proceso electoral. ·"Gracias a todos los que trabajaron a lo largo del día de hoy", ha apuntado.
Del mismo modo, Massa ha apuntado que la Argentina "tiene un sistema democrático fuerte, sólido y que respeta los resultados". "Me he comunicado con Javier Milei para felicitarle y desearle suerte", ha relatado.
Al mismo tiempo ha subrayado que "la convivencia, el diálogo y la apuesta por la paz es el mejor camino que podemos recorrer" y que ante los dos caminos que había los argentinos han elegido "el otro".
Argentina ha vivido este domingo una jornada electoral histórica, marcada por la polarización, las acusaciones de fraude y la incertidumbre sobre el futuro del país. Más de 35 millones de ciudadanos estaban llamados a elegir al próximo presidente de la Nación, entre los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta: el oficialista Sergio Massa, de la coalición Unión por la Patria, y el ultraderechista Javier Milei, de La Libertad Avanza.
Según el dato proporcionado por la Cámara Nacional Electoral, la participación ha sido del 78 por ciento, algo superior al de la primera vuelta, cuando votó el 74 por ciento del censo. No obstante la cifra es algo inferior a la cosechada en los comicios de 2015.
La campaña electoral ha estado plagada de cruces de acusaciones, denuncias de irregularidades y descalificaciones personales entre los dos aspirantes, que representan dos visiones opuestas sobre el modelo económico, social y político de Argentina. Massa, actual ministro de Economía, se ha presentado como el candidato de la continuidad, el diálogo y la moderación, mientras que Milei, un economista libertario, ha propuesto un cambio radical, basado en el libre mercado, la reducción del Estado y el enfrentamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los sondeos previos a la votación anticipaban un resultado muy ajustado, con una leve ventaja para Milei, que había quedado segundo en la primera vuelta, celebrada el 22 de octubre, con el 30% de los votos, por detrás de Massa, que había obtenido el 36,7%. Sin embargo, la diferencia en el resultado final ha sido mayor de la esperada.
El nuevo gobierno argentino tendrá que afrontar enormes desafíos para sacar al país de la profunda crisis económica, social y sanitaria que atraviesa, agravada por la pandemia de coronavirus. Entre los principales problemas se encuentra la inflación, que ha alcanzado niveles récord en los últimos meses, y que se espera que supere el 100% interanual en 2023⁵⁶. Según el presupuesto 2023 del gobierno argentino, se espera que la inflación cierre en un 60% para ese año⁵, pero consultoras privadas y analistas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) proyectan cifras más altas, con estimaciones que van desde el 90% hasta el 127%⁵.
La inflación es uno de los principales factores que ha erosionado el poder adquisitivo de los argentinos, que han visto cómo los precios de los alimentos, los servicios públicos, el transporte y la vivienda se han disparado en los últimos años. Además, la inflación ha generado una fuerte presión sobre el tipo de cambio, que ha sufrido una devaluación constante frente al dólar, y que ha obligado al gobierno a imponer restricciones y controles cambiarios.
Para controlar la inflación, el nuevo gobierno tendrá que aplicar medidas de política monetaria, fiscal y cambiaria, que dependerán en gran medida de la orientación ideológica del presidente electo. Asimismo, tendrá que negociar con el FMI la reestructuración de la deuda externa, que asciende a más de 45.000 millones de dólares, y que vence en 2024. El FMI ha exigido al gobierno argentino un plan económico creíble y sostenible, que incluya reformas estructurales y un ajuste fiscal, para poder acceder a un nuevo programa de financiamiento.
El futuro de Argentina estaba en juego en estas elecciones, que han reflejado el alto grado de polarización y descontento que existe en la sociedad. El nuevo presidente tendrá que asumir el liderazgo de un país dividido, golpeado por la crisis y ávido de soluciones. Será una tarea difícil, que requerirá de consenso, diálogo y responsabilidad.
Además, otro tema a tratar es la crisis social, que se ha agudizado por el aumento de la pobreza, la desigualdad y la inseguridad. Según el INDEC, la pobreza afectó al 40,1% de la población en el primer semestre de 2023, lo que implica que más de 18 millones de argentinos no cubren sus necesidades básicas.
login
who are we?
contact us
qosheapp
Toi Staff
Gideon Levy
Belen Fernandez
Andrew Mitrovica
Mort Laitner
Nikkei Editorial
Rami G Khouri
Ali Fathollah-Nejad
visit website
