Un falso dilema...
Un amigo al que le conté que iba a escribir este artículo me dijo: no lo hagas; eso de la constituyente no es más que otro globo de distracción que lanza Petro. No vale la pena. Él lo que quiere es ponernos a todos a hablar del tema.
Sin embargo, pensándolo bien -globo o no globo- el asunto es demasiado serio como para no ocuparse de él.
La Constitución del 91 es suficientemente clara cuando en su artículo 374 dice: “La Constitución Política podrá ser reformada por el Congreso, por una Asamblea Constituyente o por el pueblo mediante referendo”
Hay pues tres y solo tres caminos para modificar la Constitución: por el Congreso que lo hace mediante actos legislativos; por una Asamblea Constituyente cuya reglamentación está bosquejada en el artículo 376 de la Carta: Mediante ley aprobada por mayoría de los miembros de una y otra cámara que podrán disponer que el pueblo en votación popular decida........
© El Nuevo Siglo Bogotá
visit website