No es difícil pensar en que el ataque del 7 de octubre no fue una mera coincidencia, sino que una forma del régimen iraní de desestabilizar Medio Oriente y detener el tratado con Arabia Saudita, y de esa forma, lograr mayor control sobre la región.
A seis meses del ataque cometido por el grupo terrorista Hamás y el más brutal sufrido en Israel desde el Holocausto, Medio Oriente vuelve a ser testigo de tensiones profundas y complejas.
Previo al 7 de octubre se estaba gestando un gran acontecimiento; el acercamiento entre Israel y Arabia Saudita, con la esperanza de lograr acuerdos de cooperación. Esta gestión inicia el año 2020 tras la firma de los “Acuerdos de Abraham” entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein. Los acuerdos fueron nombrados en honor al patriarca de las tres principales religiones denominadas abrahamicas: el judaísmo, el islam y el cristianismo. Algunos inclusive lo llamaron “el acuerdo del siglo”(..). “Puede cambiar la configuración de oriente. Culmina con la alianza regional contra Irán y abre la puerta a que Israel y Arabia Saudí establezcan un marco de cooperación” (https://bit.ly/3PJ1crq). El acuerdo se suma a los tratados de paz firmados en 1979 con Egipto y en 1994 con Jordania.
Efectivamente establecer relaciones diplomáticas con Arabia Saudita, podría habernos permitido ver la luz al final del túnel en el conflicto árabe-israelí, lo que hubiera mejorado las perspectivas de paz con los palestinos. Sin embargo, según analistas, esto hubiera debilitado la posición de Irán y sus proxys en el territorio.
Según un artículo publicado en la BBC Ghazi Hamad, portavoz de Hamás dijo que “Irán ha sido patrocinador y aliado de Hamás y que el grupo contaba con el respaldo directo de Irán para el ataque” mientras que el diario Wall Street Journal, citando fuentes anónimas de Hamás, afirmó que “Irán dio la luz verde al grupo armado palestino para el ataque hace una semana en una reunión en Beirut y que ayudó durante varias semanas en la planificación de esta acción. (https://bit.ly/4aXD6Bt)
No es difícil pensar en que el ataque del 7 de octubre no fue una mera coincidencia, sino que una forma del régimen iraní de desestabilizar Medio Oriente y detener el tratado con Arabia Saudita, y de esa forma, lograr mayor control sobre la región.
El 7 de octubre fue un portazo en la cara a las esperanzas de paz en medio oriente.
Un golpe especialmente duro para quienes más creían y trabajaban en pro de la paz, los habitantes del sur de Israel, hombres, mujeres y niños, muchos de ellos habitaban en granjas colectivas, con sueños de igualdad y justicia social, quienes por años han buscado activamente formas de promover la convivencia y el diálogo, ellos fueron justamente los más afectados por este feroz ataque.
Sin embargo, incluso en medio de la desesperación, es esencial encontrar nuevos espacios donde se puedan sembrar semillas de paz en medio de tanta adversidad. Desde Chile resulta fundamental mantener la esperanza y continuar trabajando hacia un futuro donde la paz y la coexistencia sean posibles.
Un proceso de Paz interrumpido: El desafío de acabar con el conflicto de Medio Oriente
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15.04.2024
No es difícil pensar en que el ataque del 7 de octubre no fue una mera coincidencia, sino que una forma del régimen iraní de desestabilizar Medio Oriente y detener el tratado con Arabia Saudita, y de esa forma, lograr mayor control sobre la región.
A seis meses del ataque cometido por el grupo terrorista Hamás y el más brutal sufrido en Israel desde el Holocausto, Medio Oriente vuelve a ser testigo de tensiones profundas y complejas.
Previo al 7 de octubre se estaba gestando un gran acontecimiento; el acercamiento entre Israel y Arabia Saudita, con la esperanza de lograr acuerdos de cooperación. Esta gestión inicia el año 2020 tras la firma de los “Acuerdos de Abraham” entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein. Los acuerdos fueron nombrados en........
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