El habitante ficticio del 221B Baker Street en Londres estaba inspirado en el médico escocés Josep Bell, un maestro de la observación clínica a quien Conan Doyle conoció en la facultad de medicina de la Universidad de Edimburgo. Arthur introdujo el uso de la lupa para su detective, antecedente de los microscopios en las investigaciones forenses. Algunas curiosidades: la frase “Elemental, mi querido Watson”, no aparece como tal en la obra; sí están por separado ambas partes de la frase; esta fue creada por Pelham Wodehouse. Muy cerca del Museo de Madame Tussauds, sobre Marylebone Road, hay una estatua del imaginario detective con gorro de cazador y pipa curva, objetos que jamás aparecieron en el relato original.

Cuentista y dramaturgo, es famoso el médico ruso Antón Chejov; literato universal, se enrutó en las corrientes literarias del realismo y el naturalismo. Maestro del cuento corto,........

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