La contusión que se mueve: Un vicio procesal insuperable
“La verdad de un hecho violento, anclada en la evidencia física, no se mueve; la que se tambalea es la integridad del proceso cuando la técnica forense es selectiva y deficiente.”
Doctor Crisanto Gregorio León
En el sistema de justicia penal venezolano, la prueba pericial debe ser la columna vertebral de la acusación, ofreciendo una verdad técnica inmutable. Sin embargo, ¿qué valor puede tener un informe forense cuando la lesión que describe cambia de lugar tres veces y, lo que es peor, no cuenta con el respaldo fotográfico exigido por la ley y los Protocolos de Actuación?
Tomemos como ejemplo la anatomía del brazo, donde una contusión denunciada por la víctima en una agresión no puede, por arte de magia, migrar de un punto a otro. Nos encontramos ante una contradicción probatoria manifiesta que siembra la duda razonable:
Las lesiones físicas son estáticas en el tiempo y el espacio; su ubicación exacta debe ser certificada por el perito sin ambigüedades. El hecho de que la ubicación del golpe se mueva del bíceps, al antebrazo y luego al codo, demuestra que la falla no reside en el cuerpo de la víctima, sino en el proceso de recolección, documentación y registro de la evidencia.
La inconsistencia de la lesión es grave, pero el vicio procesal que descalifica el dictamen forense es la ausencia de fijación fotográfica,........





















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