La revista Gerente en su última edición lujosa e impecable como todas las anteriores, trae como portada y como contenido una breve reseña de los cien más exitosos Gerentes del país, con foto y resumen de sus actividades en las diferentes empresa y entidades donde labora. Fue para nosotros muy grato y justo observar allí conocidas personalidades que justamente se destacan en sus labores al frente de varias entidades y empresas que son líderes en el sector privado. Igualmente nos causó complacencia observar que el 40% aproximadamente de los mencionados son mujeres de altísimo valor ejecutivo y direccional.

No obstante en el análisis pudimos comprobar que solamente un costeño forma parte de este listado aludido. Será posible que nos preguntemos que en los ocho departamentos de la Costa Caribe solo exista un solo funcionario que merezca estar en el listado de marras?

Dónde están nuestros altos valores empresariales que son muchos en el criterio general del país? ¿Qué metodología siguieron los técnicos que elaboraron dicho listado? ¿Con cual motivo se hizo esta selección que nos pareció muy justa y representativa menos en el punto álgido que estamos comentando, menos en la forma como ignoraron a la Región Caribe?

Después de intentar varios análisis e inclusive consultar a algunas personas que conocen el tema y son profesionales destacados en este clase de encuestan, llegamos a la conclusión de que este olvido que suponemos involuntario, el hecho de ignorar los valores de una región que aporta el 22 % del PIB en Colombia y que ha tenido y tiene altísimos valores humanos profesionales internacionalmente conocidos que dirigen empresarios realmente grandiosos dentro de nuestra economía y desarrollo ejecutivo de la producción nacional, las únicas respuesta es que el atavismo imperecedero del centralismo nacional sobre la discriminación de los costeños perdura en el criterio de miles de dirigentes paramunos, personas por cierto que dentro de sus torres de cristal intocable nos consideran a los de sol, playa y mar, de menor categoría, de mínima escala, de pobre nomenclatura intelectual y por ende empresarial.

No entendemos como esa discriminación permite por siglos en gentes que se considera superior para todo inclusive hasta para tomarse una fotografía en una revista.

¿Vale la pena preguntar así a vuelo de pájaro, no escogen a Alejandro Santodomingo, a Jaime Gilinsky y los otros cien gerentes o más que tenemos y son orgullo no solamente de nuestra región sino de toda Colombia?