En el siglo que vivimos toda ciudad antigua, colonial, moderna lo quiera o no es víctima del tráfico automotor. Es lamentable o aceptable, pero difícilmente tolerable en la medida que requiere unos esfuerzos económicos gigantescos para mantener la malla vial bien transitable. Barranquilla no escapa a este fenómeno del quehacer moderno e igualmente somos esclavos del vehículo en sus diferentes modalidades.

Nuestra ciudad ha vivido en este aspecto varias etapas. Hace treinta años era transitable, pero poco después todo cambió y se derrumbó el avance que habíamos tenido. Llegaron a la Alcaldía después Alex, Jaime y Elsita y empezaron a canalizar arroyos y pavimentar vías. Escribir columnas como esta es incómodo pero necesario. Hoy lo hacemos porque ellos hicieron mucho, muchísimo arreglando calles y andenes y arroyos. Hoy falta todavía mucho y saben que toda urbe que se respete y pretenda brindar comodidad ciudadana que pagan los impuestos, necesita un servicio público a la altura de sus necesidades incluyendo las aceras. No es un capricho. Lo van a ejecutar y Alex está dispuesto. Y lo está porque el setenta por ciento de la ciudad tiene sus calles llenas de huecos a veces cráteres. Y en el caso de los andenes el porcentaje es mayor todo lo cual no es invento, lo vemos a diario.

Afortunadamente nuestros alcaldes han comprendido la importancia de este tema. Por ello, los campeonatos y torneos olímpicos, Panamericanos, nacionales, regionales, llegamos inclusive a aspirar a una competencia mundial automovilística, no pueden esperar a que arreglen las calles, sino que necesitan encontrarlas perfectas. Cuando decimos que en este tema falta mucho por corregir es porque se trata de la experiencia diaria que soportamos todos los que nos trasladamos en vehículos particulares o públicos o de trabajo.

Desde hace bastante tiempo venimos haciendo énfasis en esta columna de este tema de las calles. Porque hay que seguir pavimentando en los barrios que las tienen aun de arena, pero al mismo tiempo las avenidas y aceras que tienen pavimento, pero destrozado. Así, estamos a la espera de algo que va a llegar porque sabemos, estamos convencidos, que con Alex a la cabeza todo lo que imaginamos y esperamos llegará tarde o temprano. Por eso llegaron ya los 130 kilómetros de reparación de calles que acaba de anunciar la primera autoridad distrital.

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Las calles de Barraquilla | Columna de Álvaro De la Espriella

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31.01.2024

En el siglo que vivimos toda ciudad antigua, colonial, moderna lo quiera o no es víctima del tráfico automotor. Es lamentable o aceptable, pero difícilmente tolerable en la medida que requiere unos esfuerzos económicos gigantescos para mantener la malla vial bien transitable. Barranquilla no escapa a este fenómeno del quehacer moderno e igualmente somos esclavos del vehículo en sus diferentes modalidades.

Nuestra ciudad ha vivido en este aspecto varias etapas. Hace treinta años era transitable, pero poco después todo cambió y se derrumbó el avance que habíamos tenido. Llegaron........

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