No podemos evitarlo, es el mundo de hoy, la realidad, tan cruda, tan violenta, que hace del delito y la naturaleza la raíz de las noticias. Por lo menos es la triste realidad de Colombia, un país que se caracteriza por su altísimo volumen de desastres naturales y por la barbarie que se ha introducido es nuestro ADN, desde hace más de sesenta años. No tenemos un minuto de tranquilidad, de sosiego, todo, absolutamente todo en nuestro diario discurrir cotidiano está lleno de violencia, odio, crimen y muerte.

Cuando abrimos los periódicos escritos, a diario, emisoras con sus noticieros técnicos y profesionales, la televisión con esa conjunción maravillosa de la modernidad juntando escuchar y leer o ver o compartir en vivo el quehacer diario, cuando todo esto sucede aquí, qué triste decirlo, el 68 % de las noticias, la muestra, los casos de violencia, desastres o horrores que aterran. Ya nos acostumbramos? ¿Ya es parte del diario vivir? Si nos refugiamos en el mundo virtual, en el insondable Internet, en los correos, en el Ipod, son 24 horas de horror. ¿De dónde sacamos este porcentaje? De las estadísticas y si no lo quiere creer amables lectores pueden consultar con las empresas que desarrollan este oficio.

Así nuestras vidas se ven envueltas permanentemente en el odio, la muerte, los asesinatos, las extorsiones, atracos, secuestros, robos, incendios, accidentes brutales de tráfico, derrumbes, inundaciones. ¿Qué vida es esta que estamos soportando?. Si vamos a otro país, por más violento que sea, en sus costumbres y su diario vivir no se sepultan bajo esta ignominia. Solamente en Latinoamérica México y Brasil que son los más crudos violentos no registran índices tan avanzados como nosotros. Y si no nos creen verifiquen estadísticas. Cuando uno viaja lo observa y analiza: las noticias relacionadas con la cultura, con la civilización, con las distracciones, el bienestar humano, los deportes, el arte, la vida económica con sus índices, con sus cifras, todo ello cubre más espacio y tiempo de noticias, mucha más, que los horrores que escrituramos aquí en Colombia.

El mundo está lleno de inconformidad y de protestas. Pero se hacen bajo el imperio de la Ley. Si esta se viola se detienen a las personas y se les juzga con la pena. No hay severidad entre nosotros, hay laxitud. Se observan las protestas en Europa son fuertes, los desfiles, las pancartas, las arengas, todo esto es de impacto pero apenas medio asoma la violencia la Ley interviene y se logra la calma. Colombia, Barranquilla, ¿hasta cuándo?

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La información del horror | Columna de Álvaro De la Espriella

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10.01.2024

No podemos evitarlo, es el mundo de hoy, la realidad, tan cruda, tan violenta, que hace del delito y la naturaleza la raíz de las noticias. Por lo menos es la triste realidad de Colombia, un país que se caracteriza por su altísimo volumen de desastres naturales y por la barbarie que se ha introducido es nuestro ADN, desde hace más de sesenta años. No tenemos un minuto de tranquilidad, de sosiego, todo, absolutamente todo en nuestro diario discurrir cotidiano está lleno de violencia, odio, crimen y muerte.

Cuando abrimos los periódicos escritos, a diario, emisoras con sus noticieros técnicos y profesionales, la televisión........

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