Hablar de paridad siempre suena bien. Es una palabra que abre puertas, cierra debates y deja a cualquiera que dude del otro lado de la historia. En San Luis Potosí, la paridad se convirtió en ley. Pero una cosa es el discurso y otra, muy distinta, la competencia real. 

Porque la reforma que obliga a que en 2027 sólo mujeres compitan por la gubernatura no niveló la cancha: la inclinó. No emparejó el piso; lo acomodó. Y lo hizo con una precisión que no parece casualidad. 

La senadora por el PVEM, Ruth González, la aspirante hasta hoy mejor posicionada en SLP de acuerdo a la encuesta publicada en El Heraldo de México, en alianza con QM Estudios de Opinión, no llega sola a esta competencia. Cuenta con el aparato estatal completo, con la estructura, los tiempos, los silencios y los recursos políticos que hoy administra su esposo, el gobernador Ricardo Gallardo. Eso no es paridad: es ventaja institucional. 

En una contienda entre mujeres, no todas pesan igual. Algunas llegan con discurso; otras con gobierno. Y cuando una........

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