En México, el café es parte del paisaje cotidiano. Acompaña conversaciones, jornadas laborales y celebraciones familiares. Al cierre de este año, la evidencia científica invita a considerar el consumo de café desde una perspectiva distinta, más allá de la costumbre cultural, sino como una posible ventana al envejecimiento biológico y al riesgo cardiovascular.

Hace unas semanas se publicó en British Medial Journal - Mental Health, un estudio que merece atención más allá del ámbito de la salud mental. El estudio, encabezado por Mlakar y colaboradores, analizó a más de 400 personas con trastornos mentales graves y evaluó la relación entre el consumo de café y la longitud de los telómeros. Los telómeros son uno de los mejores indicadores del envejecimiento celular y su acortamiento se asocia con mayor riesgo cardiovascular, cáncer y muerte prematura. No hablan de edad cronológica, sino del desgaste real del organismo.

Los hallazgos revelan una relación en forma de curva que matiza las posturas extremas. Quienes consumen entre tres y cuatro tazas de café al día presentan telómeros más largos que quienes no consumen café, lo que equivale, tras el ajuste de variables clínicas y sociales, representa una edad........

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