Con Carlos Fernando Galán en la Alcaldía se producirá un cambio de estilo que a los bogotanos nos dará tranquilidad: la estridencia le dará paso al sosiego y la peleadera se sustituirá por la búsqueda de consensos.

Ojalá sea así porque gran parte del país está hasta el cogote con la discutidera, con la confrontación porque sí y porque no, con ese estilo pendenciero, uno de cuyos mayores exponentes es el presidente Petro, quien, contrariando su promesa inicial de unir al país, lo que ha hecho es dividirlo y polarizarlo. A juzgar por los resultados electorales, esa actitud, a diferencia de lo que él ha creído, no le ha traído dividendos políticos, así se empeñe en cantar victorias pírricas que lo ponen en ridículo. Mucho más sensata es la actitud de Gustavo Bolívar, excandidato a la Alcaldía de Bogotá por el Pacto Histórico, quien reconoció la derrota, aseguró que el Pacto se había fracturado y afirmó: “Hay que recoger los pedazos de nuestro partido y volver a ser la principal fuerza de Colombia”. Eso se llama realismo.

Realismo es también lo que parece tener Carlos Fernando Galán. Luego de una campaña impecable y un discurso de triunfo unificador, en el que tuvo palabras amables para sus contendores, estableció unas prioridades que, indudablemente, son las de la mayoría de los bogotanos.

La primera es la seguridad: “Nos concentraremos en la protección de la ciudad. Los niveles de miedo deben bajar (…) La inseguridad tiene rápidamente que ceder”.

La segunda es “sacar adelante el metro” y cerrar “de una vez por todas una discusión de más de siete décadas”. Galán agregó: “Presidente Petro, este es un mandato claro y le pido respetuosamente que trabajemos para sacar adelante esta primera línea como está planteada”. (Sí, por favor, presidente, ¡no discuta más!).

La tercera prioridad (que debería ser la primera) es eliminar el hambre: “Es un crimen que no puede existir más en estos tiempos. Tres de cada 10 personas sufren de hambre en la ciudad (…) y muchos de ellos son niños. Tener niños con hambre en la ciudad más poderosa del país es un crimen”, dijo el nuevo alcalde. Entonces Galán les hizo un llamado a “los empresarios de alimentos, a los innovadores, al sector gastronómico, a los productores del campo y a los ciudadanos” para unirse todos y “combatir esta tragedia (...) Necesitaremos que la empatía renazca y llegue a niveles jamás antes vistos”, afirmó el alcalde. Esa es una tarea gigantesca, indispensable y para su desarrollo Galán puede apoyarse en el exalcalde Lucho Garzón, cuyo programa Bogotá sin Hambre fue un éxito que bien vale la pena reproducir.

Esas tres prioridades son fundamentales. Así que si Carlos Fernando Galán logra transformar a Bogotá en una ciudad sin hambre, sin miedo y en donde haya un metro en el que las personas puedan movilizarse rápidamente —en vez de pasar tres o cuatro horas diarias como sardinas en lata en unos buses en los que, además, es probable que las atraquen—, el nuevo alcalde tendrá motivos para sentirse orgulloso y decirle a su padre, Luis Carlos Galán: “Cumplí, no te defraudé, papá”.

Nota. Sin decoro (editorial Una Tinta Medios), el último libro de la periodista Cristina Lucía Valdés, es una novela de 101 páginas sobre el impacto en la protagonista de la separación de su pareja, narrada con una intensidad que no permite abandonar su lectura hasta llegar al punto final. No se la pierdan.

www.patricialarasalive.com, @patricialarasa

QOSHE - Bienvenido, Galán - Patricia Lara Salive
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Bienvenido, Galán

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03.11.2023

Con Carlos Fernando Galán en la Alcaldía se producirá un cambio de estilo que a los bogotanos nos dará tranquilidad: la estridencia le dará paso al sosiego y la peleadera se sustituirá por la búsqueda de consensos.

Ojalá sea así porque gran parte del país está hasta el cogote con la discutidera, con la confrontación porque sí y porque no, con ese estilo pendenciero, uno de cuyos mayores exponentes es el presidente Petro, quien, contrariando su promesa inicial de unir al país, lo que ha hecho es dividirlo y polarizarlo. A juzgar por los resultados electorales, esa actitud, a diferencia de lo que él ha creído, no le ha traído dividendos políticos, así se empeñe en cantar victorias pírricas que lo ponen en ridículo. Mucho más sensata es la actitud de Gustavo Bolívar, excandidato a la Alcaldía de Bogotá por el Pacto Histórico, quien reconoció la derrota, aseguró........

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