Los resultados que arrojan las encuestas dependen en gran medida de los factores que previamente inciden en la medición de lo que se pregunta, y, en este campo, el manejo (la manipulación) de la opinión pública es tajante en las tendencias que registran los sondeos de carácter político.

De modo que nuestro planteamiento, en el marco comunicacional en que impera la información sesgada, apunta a la comprensión del efecto de una que otra mentirilla que se suelta por aquí y por allá, la distorsión o el ocultamiento de cualquier noticia favorable al personaje o la idea que se quiere combatir, los pronunciamientos de diversas jerarquías afectas al “establecimiento”, y la difusión amplia y persistente del pensamiento dominante.

Dentro del proceso de formación del individuo operan innumerables agentes de socialización que van formateando la cultura y el pensamiento colectivos, cuyos rasgos se definen por la acción de la ideología prevaleciente, enfrentada al análisis crítico de sectores contrarios al poder vigente.

¿Y cuáles son los principales agentes de socialización? Los medios de comunicación masiva, “el señor que sabe”, todavía la cantinela del gamonalillo de barrio, el púlpito o el espacio de aquel “padrecito” tan simpático, el patrón, el jefe, el vecino que parlotea, y el voz-a-voz reproducido por las propias víctimas de la jugarreta, elemento que entraña una dolorosa contradicción, ya que forma una corriente de juicios y razonamientos adversos a la “situación de clase” del reproductor espontáneo (Martha Harnecker, 1937-2019)). Sin duda, el voz-a-voz, que resulta de comer entero por falta de capacidad crítica, cruel pero decisivo, es un importante elemento de la cadena marcada por la correlación de fuerzas, que en cada momento va puntualizando situaciones favorables a uno u otro sector político.

¿Y esto qué tiene que ver con las encuestas y con los hechos electorales? Pues que refleja el dale-dale mediante los recursos “informativos” a disposición de los defensores de un estado de cosas que debe cambiar, y debe cambiar si atendemos al sentido más profundo de justicia para tanta gente que la historia deja por el camino, sin desarrollar sus potencialidades, línea que se quiebra solo por el esfuerzo de los compatriotas que logran superar lo que parecía su destino y quienes no deben olvidar de dónde vienen.

Uno se pregunta si los favorecidos directos de la práctica neoliberal, fundamento refinado de esta tragicomedia, pensarán y reconocerán a ratos que su acción es excluyente para muchos. El problema es que los consentidos por la diosa Fortuna no le jalan a la autocrítica, pues su ceguera es inherente al ejercicio del “todo para mí…, y los demás que se jodan”. Recordamos aquí lo que hace poco, en un razonamiento bastante bobalicón, decía un personaje de historieta televisiva: que el pobre es pobre porque quiere. ¡Cuántas mentiras y estupideces penetran el pensamiento pobre!

Tris más. Ingenuidad: ¿Los enemigos del cambio social estarían dispuestos a patrocinar un curso colectivo de desarrollo de la capacidad crítica de la gente, de suerte que nos liberemos de nuestra lamentable miseria conceptual, madre de la verdadera pobreza de los pueblos? ¿O un ejercicio tal es inconveniente (para quién)?

* Sociólogo Universidad Nacional.

QOSHE - Encuestas y opinión inducida - Mario Méndez
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Encuestas y opinión inducida

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27.04.2024

Los resultados que arrojan las encuestas dependen en gran medida de los factores que previamente inciden en la medición de lo que se pregunta, y, en este campo, el manejo (la manipulación) de la opinión pública es tajante en las tendencias que registran los sondeos de carácter político.

De modo que nuestro planteamiento, en el marco comunicacional en que impera la información sesgada, apunta a la comprensión del efecto de una que otra mentirilla que se suelta por aquí y por allá, la distorsión o el ocultamiento de cualquier noticia favorable al personaje o la idea que se quiere combatir, los pronunciamientos de diversas jerarquías afectas al “establecimiento”, y la difusión amplia y persistente del pensamiento dominante.

Dentro del proceso de formación del individuo operan innumerables agentes de socialización........

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