En el podcast BBVA aprendemos juntos 2030 hay una entrevista con el español Miguel Salas, doctor en Literatura y profesor, quien publicó recientemente el libro en plan lector: Sobrevivir a la adolescencia sin dejar de leer. Hay allí varios consejos e ideas que provocan el debate sobre la educación en los colegios y el rol de los cuidadores en el hogar.

El doctor Salas asegura que los niños que crecen rodeados de libros y con padres u otro tipo de cuidadores que leen tendrán enormes posibilidades de ser buenos lectores. Eso no siempre ocurre, pero valgámoslo como un hecho posible. Por el contrario, y destacando las investigaciones del filósofo y pedagogo Gregorio Luri, Salas señala que “a los veinte meses de edad un niño de un entorno familiar y cultural alto domina unas 200 palabras y un niño de nivel sociocultural bajo domina 20”. Las consecuencias de esto se relacionan con la autoestima y el éxito académico una vez entren al colegio.

¿Qué le aporta la lectura a un adolescente? El desarrollo de la capacidad comunicativa y de comprensión lectora y oral, y la variedad del vocabulario amplían la imaginación y cumplen una función social que bien manejada fomenta la empatía y también puede agrandar o acortar la brecha social.

¿Pero cuáles son las alternativas si un adolescente no quiere leer? El doctor Salas da varias pistas de seducción hacia los libros. Una es que en la casa podemos crear momentos para que quienes viven allí lean al mismo tiempo. “Así como hay tiempos para la cena, para el deporte, pues que también haya tiempo para leer… si a nosotros como docentes y como padres no se nos ocurre, pues no se le va a ocurrir a nadie ”.

Otras pistas: la desconexión digital a ciertas horas en casa. Que haya libros correspondientes a sus edades en las habitaciones de los niños y adolescentes; poner las películas y las series con subtítulos; oír audiolibros y llevarlos a las bibliotecas y a las librerías.

Entonces, ¿qué debe leer un adolescente? “Que lean lo que sea”, dice el profesor y agrega: “Si te apetece leer una cosa que parece que es para niños más pequeños, léetela; si no te gusta, déjala y coge otra cosa. Y si tengo que irme al quiosco a comprarle una revista de motos a un niño porque no se siente seguro frente a los libros, voy y se la compro”.

Todo esto tiene sentido porque es fácil entender los beneficios de la lectura. Sin embargo, el mayor reto es cómo seducir a los adolescentes para que se desconecten de los dispositivos electrónicos y tomen un libro en sus manos. “La lectura exige concentración, serenidad y silencio, pero la sociedad en la que vivimos fomenta lo contrario: la dispersión y la multitarea que lleva a hacer muchas cosas todas mal”, advierte Miguel Salas, quien complementa su preocupación con un dato: “Desde el año 79 hasta el año 2012, el tiempo que hablaba un adolescente de 14 años con sus padres había descendido desde los 89 minutos al día a los nueve. Un adolescente necesita mucho más que nueve minutos para hablar con sus padres”. Los dispositivos electrónicos aíslan, disminuyen la capacidad de atención y aumentan la necesidad de estimulación y, si no la tienen, los niños y adolescentes se frustran, se irritan, se ponen nerviosos y todo eso va en contra de la lectura.

Bien lo afirma el doctor Miguel Salas, “la mejor manera de reeducar la atención es la lectura. Sin atención, la inteligencia no vale para nada”. Sobre el tema hay muchas certezas y una grave es que los niños y adolescentes de hoy están creciendo sin llegar a su máximo potencial de atención. ¿Hay conciencia de eso en los colegios públicos y privados y en los hogares? Recibo ideas.

QOSHE - Libros, seducción y adolescencia - Claudia Morales
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Libros, seducción y adolescencia

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16.11.2023

En el podcast BBVA aprendemos juntos 2030 hay una entrevista con el español Miguel Salas, doctor en Literatura y profesor, quien publicó recientemente el libro en plan lector: Sobrevivir a la adolescencia sin dejar de leer. Hay allí varios consejos e ideas que provocan el debate sobre la educación en los colegios y el rol de los cuidadores en el hogar.

El doctor Salas asegura que los niños que crecen rodeados de libros y con padres u otro tipo de cuidadores que leen tendrán enormes posibilidades de ser buenos lectores. Eso no siempre ocurre, pero valgámoslo como un hecho posible. Por el contrario, y destacando las investigaciones del filósofo y pedagogo Gregorio Luri, Salas señala que “a los veinte meses de edad un niño de un entorno familiar y cultural alto domina unas 200 palabras y un niño de nivel sociocultural bajo domina 20”. Las consecuencias de esto se relacionan con la autoestima y el éxito........

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