Lobby vs. tráfico de influencias
Últimamente se habla mucho de lobby. Leyendo la prensa u oyendo las noticias, parece que hay lobbyistas y lobbies en todos los rincones y bajo todas las piedras. Que sí las hijas de un ex Presidente, la mujer de otro, el ex Ministro de tal, el Vice-Alcalde de una capital como nuevo director general de la consultora x, o que si un antiguo director general del juego vuelto consultor en relaciones institucionales. Por no hablar de tramas con comisionistas y conseguidores, ex ministros y ex secretarios de organización.
Yo llevo haciendo lobby en España y ante las instituciones nacionales, autonómicas y municipales, 26 años. Asesorando principalmente a multinacionales sobre la política española desde 1999. Aunque ya he vivido olas similares en el pasado, ninguna con las dimensiones de esta.
A menudo se confunde y se mezcla lobby con tráfico de influencias, comisionistas y conseguidores. El lobby, las RRII, los asuntos públicos, son una actividad profesional antiquísima y totalmente legal. El lobby consiste en influir en la opinión de las autoridades públicas para que estas tomen decisiones favorables a los intereses privados al que representa el lobbyista. Como un abogado frente a un juez.
Ahora bien, la gran diferencia, la que genera confusión entre lo que es lobby y lo que es tráfico de influencias es el cómo y no el qué. Un traficante de influencias intenta influir en la opinión de las autoridades públicas tirando de su agenda de contactos,........© El Economista





















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