Iván Tabares Marín

El debate político colombiano ha llegado a una confusión total, seguramente por las diferencias en la formación académica o de estudios entre los ciudadanos y por la mediocridad de nuestro sistema educativo a todo nivel. Términos como “batalla cultural”, “estallido social”, “transversal”, “proyecto progresista”, “izquierda”, “derecha”, “marxismo” y “democracia”, entre otros, adquieren un significado diferente en cada columnista o en cada comentario de las redes sociales.

El libro La batalla cultural, de Agustín Laje, aumentó el enredo por la escasa formación filosófica del autor y su soberbia. Desde el Capítulo 1, Aproximaciones conceptuales, se nota que todo el texto es un error. La discusión entre la derecha y la izquierda posmoderna no es cultural, es epistémica, como la llamaba Michel Foucault. Laje se cree mejor que el filósofo coreano Byung-Chul Han, de fama universal, y trata de corregirlo en su texto.

Con un ejemplo me explico. La Ilustración de los siglos XVII y XVIII fue una batalla cultural, entre la cultura cristiana de Occidente y la cultura democrática. La primera se soportaba sobre el mito de Dios. En cambio, la democracia cambia a Dios por el mito del hombre, sujeto de derechos, y sustituyó la fe por la razón. Por el contrario, el posmodernismo de la izquierda intenta cambiar la teoría del conocimiento o nuestra forma de pensar, y por eso la batalla hoy es epistémica o epistemológica, no cultural. Esta discusión no tiene interés alguno para el ciudadano de a pie, pero la traigo a colación porque el exguerrillero........

© El Diario