Me fascina la capacidad de transformación que tiene el poder, en cualquier ámbito; la inconsciencia de ese cambio, el desborde de emociones que lo sustenta, el cambio de dimensión, el deseo de más, la velocidad a la que vas y toda la pérdida de perspectiva que eso conlleva. A todos los cargos públicos electos cerca de mí, cerca de ETIK, les hablo de mi cambio de percepción con respecto a ellos. No se trata tanto de un cambio cuantificable, es más bien un cambio en sus estilos, en sus maneras de actuar, en la distancia emocional; en esa mirada perdida, esos ojos que ya no penetran con el mismo deseo e intensidad que cuando eran candidatos. La clave del poder se encuentra muy vinculada a la forma en la que haces sentir a otras personas; hacerlas sentir importantes, únicas e irrepetibles está por encima de cualquier trámite de agenda pública. Quizás pensamos que es complicado, cuando realmente es solo una cuestión de autenticidad, y muy relacionada con nuestro propio valor como ser humano dentro de la política.

Los tres primeros meses después de tomar posesión en el cargo son los de la adrenalina del posicionamiento, los de la ilusión, los de la humildad consciente del regalo del poder; los de la luz de tu proyecto, sentir esa sensación de que no importan ni las horas, ni tu vida, porque llegaste, y eso es ahora el eje de tu existir… Pasan los 100 primeros días, sumamos 100 más y otros 100 y vamos dirigiéndonos a cumplir un año, y ya toca ordenarse. Los meses pasan volando, sin descanso, sabiendo la necesidad constante de reconducir la estrategia, para aplicarla al 100% en el tercer año de legislatura; volcarla en esas acciones concretas y medibles para la ciudadanía, o mínimamente comunicadas con estrategia, a nivel de logros. El cuarto año es el preparatorio y la antesala de la elección, y ahí ya volveremos a estar en clave electoral; olvidémonos del cuarto año, como si no existiera, y así todo será a favor para nosotros.

10 claves de poder

Segmenta, segmenta y segmenta tu mensaje; es lo que te permitirá llegar a diferentes personas y conectar.

El paso de los meses nos hace olvidarnos de nosotros. Quizás ya no nos hagamos muchas preguntas… Pero sí hay una en especial muy positiva, ¿para qué entraste en política? Esa cuestión reformulará de forma constante tu objetivo.

La forma en la que eres percibido es fundamental. Tus asesores te dan feedback, tu equipo endogámico también; y fuera del ámbito político, ¿quién? ¿Aplicas las políticas de seguimiento desde la percepción con la ciudadanía?

Ahora más que nunca, practicar unas minisiestas de 20 minutos te restablecerán. La candidatura debe de ser percibida fresca, despierta, ofreciendo futuro y certezas. Por ello, es fundamental nuestro descanso y recuperación.

Sentirse candidato siendo un cargo público es la garantía de un ego modélico. Jugemos a las certezas, desde la percepción de que tenemos un cargo prestado; realmente, la ciudadanía nos lo ha cedido temporalmente.

Comunica ordenadamente y de forma planificada. A veces, tendemos a hacer mucho y a comunicar poco, provocando una visión muy limitada de la acción real.

Un detalle a tener en cuenta: vas conociendo a tu equipo, y quizás ya te has llevado alguna decepción interior; es normal, forma parte del proceso. Mi consejo es que lo afrontes y reconduzcas lo antes posible; aunque pueda generar cierta pereza intervenir, mantener esa situación nos consume muchísima energía para el despegue y la velocidad de crucero que necesitamos y que contribuye a la ejecución de nuestro Proyecto Político.

Me encanta poder confirmarte que sí has cambiado, que el poder genera cambios en las personas, porque el propio tablero de juego condiciona, y al estar formas parte de él, participas de forma inconsciente. Contrasta, no te quedes con las opiniones más cómodas, ni con el periodismo afín; será complaciente, pero no desafiante.

Tus mensajes serán más relevantes cuando resuenen con el sentir de la ciudadanía a la que representas; sus aspiraciones y preocupaciones.

Tu valor crecerá en función de lo que otras personas digan y opinen de ti; la interacción es súper importante, también es interesante que en tus publicaciones estés con personas ajenas a la política y que te aporten valor a ti y al segmento elegido. La autenticidad y la relevancia la conseguirás reflejando tu forma de ser en los mensajes que escojas, el enfoque de tu noticia y otros factores que sean tuyos y te identifiquen.

Esas claves de poder son muy cercanas a esa letra maravillosa de Alejandro Sanz, a esa transformación sinuosa que parece que no existe y a la vez nos envuelve.

Cuando nadie me ve puedo ser o no ser

Cuando nadie me ve pongo el mundo al revés

A veces te juro, de veras, que siento

No darte la vida entera, darte solo esos momentos

Cuando nadie me ve

etikpolitica.es @EtikMaite

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¿Te transforma el poder?

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27.01.2024

Me fascina la capacidad de transformación que tiene el poder, en cualquier ámbito; la inconsciencia de ese cambio, el desborde de emociones que lo sustenta, el cambio de dimensión, el deseo de más, la velocidad a la que vas y toda la pérdida de perspectiva que eso conlleva. A todos los cargos públicos electos cerca de mí, cerca de ETIK, les hablo de mi cambio de percepción con respecto a ellos. No se trata tanto de un cambio cuantificable, es más bien un cambio en sus estilos, en sus maneras de actuar, en la distancia emocional; en esa mirada perdida, esos ojos que ya no penetran con el mismo deseo e intensidad que cuando eran candidatos. La clave del poder se encuentra muy vinculada a la forma en la que haces sentir a otras personas; hacerlas sentir importantes, únicas e irrepetibles está por encima de cualquier trámite de agenda pública. Quizás pensamos que es complicado, cuando realmente es solo una cuestión de autenticidad, y muy relacionada con nuestro propio valor como ser humano dentro de la política.

Los tres primeros meses después de tomar posesión en el cargo son los de la adrenalina del posicionamiento, los de la ilusión, los de la humildad consciente del regalo del poder; los de la luz de tu proyecto,........

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