Pleno extraordinario de la Junta General del Principado sobre las infraestructuras del Estado en la región. La iniciativa de celebrarlo partió del PP y se sumaron a ella el resto de partidos de la oposición. El debate se organizó en dos sesiones vespertinas (lunes y martes), con un horario extravagante: empezar las sesiones a las seis de la tarde es para nota. La temática es más que pertinente, pero el formato deslució la sesión.

El consejero de Fomento, Alejandro Calvo, leyó un discurso descriptivo de forma veloz y monocorde, sin entrar en honduras, como el que dice ‘esto es lo que hay’. Evitó las polémicas y no entró en cuestiones conflictivas. En definitiva, una intervención aparentemente descomprometida, de la que voy a destacar algunos asuntos concretos. Al hablar del metrotrén dijo que el Ministerio de Transportes está redactando el proyecto de estaciones de la plaza de Europa, El Bibio y Viesques, cuando es evidente que el asunto está parado desde hace mucho tiempo. Sobre la ZALIA señaló que se habían dado pasos importantes y se refirió a la inmediata venta de parcelas, cuando la zona logística sigue sin energía eléctrica. Del vial de Jove describió su recorrido, sin añadir nada más. Sobre la autopista del mar –hace diez años que nos la quitaron y se la llevaron para Vigo–, se limitó a decir que la liderará Puertos del Estado. Cantadas las excelencias de la variante de Pajares y de las dos bocas portuarias del Estado (Gijón y Avilés), se animó a decir que «Asturias se está convirtiendo en el polo logístico del Cantábrico», aunque si se compara con la mercancía que se mueve en el País Vasco comprobamos que nos llevan 12 millones de toneladas de diferencia y unas expectativas de conexión modal muy superiores.

Álvaro Queipo (PP) empezó por recordar que hace un año pidió una reunión de la Alianza por las Infraestructuras, pero ante la pasividad del Gobierno solicitó el pleno. Su intervención la centró en tres asuntos: el esfuerzo que hace Adrián Barbón para no chocar con el Gobierno de Pedro Sánchez al tratar sobre infraestructuras, las promesas incumplidas tras inaugurar la variante de Pajares, con una crítica radical a la política de las compensaciones («las compensaciones no son una alternativa al incumplimiento»), y la falta de gestión y ejecución de las infraestructuras que convierten en fallidos los proyectos del Estado, sin que el Principado levante la voz. Queipo no se anduvo por las ramas, eludió criticar a Alejandro Calvo y se centró en el dúo Sánchez-Barbón.