La política española y asturiana están detenidas hasta que se acabe la serie programada de convocatorias electorales. Desde el mes de marzo de 2023 los dirigentes y los partidos políticos están más pendientes de las encuestas que de los problemas. Los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo de 2023 congelaron todo tipo de decisiones. Pensábamos que luego retornaría la normalidad cuando Pedro Sánchez convocó elecciones generales anticipadas para el 23 de julio, y siguió el tiempo muerto. Muerto para decidir, aunque habilitado para zaherir. Posteriormente quedó instalada la provisionalidad porque el Gobierno estaba en funciones. El 16 de noviembre fue investido Pedro Sánchez como presidente, pero empezó el mandato perdiendo votaciones y sin presupuesto. Los mismos que le apoyaron en la votación de la investidura, votaron en contra de las leyes del Gobierno. No hace falta aclarar que eran los independentistas catalanes seguidores de Puigdemont.

Microplásticos
El 21 de diciembre convocó Alfonso Rueda comicios gallegos para aprovecharse del desgaste del Gobierno con la ley de amnistía, redactada a cuatro manos entre el ministro Bolaños y el abogado de Puigdemont. El anuncio de las elecciones dio paso a una bochornosa sobreactuación de búsqueda de microplásticos por las playas para tratar de reeditar la película del ‘Prestige’. En Asturias se declaró la alerta máxima al detectar más bolitas por los arenales del oriente. En esa época todavía nos daban órdenes o recibíamos recomendaciones de obligado seguimiento. La delegada del Gobierno y el consejero del ramo se sumaron a las batidas por playas inhóspitas, deshabitadas.

Sólo recuerdo una actuación similar, cuando Ayuso convocó elecciones anticipadas en la comunidad de Madrid, el 4 de mayo de 2021. De pronto, empezaron a recibir los dirigentes de izquierda amenazas de muerte por correo. Creo recordar que a Pablo Iglesias le enviaron cuatro balas; también a Marlaska y a la directora general de la Guardia Civil. La ministra de industria, Reyes Maroto, recibió una navaja ensangrentada y Yolanda Díaz, que estaba en un plató de televisión, escondió su rostro entre los brazos, horrorizada. Votaron los madrileños, Ayuso ganó por goleada y desaparecieron los envíos siniestros.

Provisionalidad
El 18 de febrero, Alfonso Rueda renovó la mayoría absoluta del PP en Galicia y de una manera misteriosa el asunto de los microplásticos desapareció de la agenda oficial. A los cuatro días de celebrarse los comicios gallegos, Urkullu convocó las elecciones vascas y, quince días más tarde, Pere Aragonés disolvió el Parlamento catalán. Pedro Sánchez tiró la toalla, anunció la prórroga presupuestaria y se puso en modo electoral, como lo prueba su reciente visita al HUCA.

Aquí se ha dejado de gobernar para dedicarse a competir en las urnas. Estamos instalados en la provisionalidad porque si un dirigente nacionalista se levanta con el pie cambiado se termina la legislatura. No se puede reformar la financiación autonómica ni tocar el modelo energético, aunque la sequía en las regiones mediterráneas debería ser un hecho suficientemente relevante como para tomar medidas. Tampoco es posible dar más solidez al sistema de pensiones. La industria se consume ella sola. Los ganaderos se convierten en rebeldes con causa, sin que cambie el declinar de las explotaciones. Es tan palpable que no se dan las condiciones para gobernar, que políticos y ciudadanos nos ponemos en manos de Bruselas. De allí nos llegan las directrices. Lo mismo sucede en Asturias con los campos eólicos o la imposible incineradora de Serín. Tampoco es viable suministrar energía eléctrica a la ZALIA.

En Asturias hemos encontrado una actividad sustitutiva de la política, tal como la conocemos en tiempos de normalidad, al controlar con celo las actuaciones del Estado en la región. El debate público gira en torno al tiempo de viaje del AVE de Gijón a Madrid, los billetes subvencionados por el Ministerio de Transportes, el vial de Jove soterrado, o en superficie, las incidencias de los trenes de cercanías, el agrietado nudo de Serín, la comunicación con el suroccidente y pare usted de contar.

Siete
No soy optimista sobre la suerte de esas infraestructuras. La experiencia de lo ocurrido avala mi descreimiento sobre el rumbo que sigan esos expedientes. Sin embargo, soy consciente de que vivimos una paradoja. Me explico. Asturias cuenta con siete escaños en el Congreso de los Diputados. Otros siete tiene Puigdemont. Nuestros diputados no tienen una incidencia apreciable en la solución de los problemas de la región. Los siete de Puigdemont deciden sobre todo lo que atañe a Cataluña y España.

El viernes explicaba el ex honorable cómo tiene cogido al Gobierno para que haga lo que ordene. Hablaba con una mano vuelta hacia el cielo, los dedos separados de la palma, pero tensionados, a modo de garra, como hace la gente cuando abre el frigorífico y se apodera de los huevos. Hay consenso entre nuestros siete diputados sobre la solución al vial de Jove y, sin embargo, ninguno tiene cogido al Gobierno por el sitio preciso que le obligue a cambiar de decisión. Sigamos con la paradoja. Si esos mismos siete pasan al Grupo Mixto, el Gobierno se tapa con las manos, como hacen los futbolistas formando barrera en las faltas directas. ¿Hay que ser nacionalista para merecer respeto?

QOSHE - ASTURIAS Y PUIGDEMONT - Juan Neira
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ASTURIAS Y PUIGDEMONT

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22.04.2024

La política española y asturiana están detenidas hasta que se acabe la serie programada de convocatorias electorales. Desde el mes de marzo de 2023 los dirigentes y los partidos políticos están más pendientes de las encuestas que de los problemas. Los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo de 2023 congelaron todo tipo de decisiones. Pensábamos que luego retornaría la normalidad cuando Pedro Sánchez convocó elecciones generales anticipadas para el 23 de julio, y siguió el tiempo muerto. Muerto para decidir, aunque habilitado para zaherir. Posteriormente quedó instalada la provisionalidad porque el Gobierno estaba en funciones. El 16 de noviembre fue investido Pedro Sánchez como presidente, pero empezó el mandato perdiendo votaciones y sin presupuesto. Los mismos que le apoyaron en la votación de la investidura, votaron en contra de las leyes del Gobierno. No hace falta aclarar que eran los independentistas catalanes seguidores de Puigdemont.

Microplásticos
El 21 de diciembre convocó Alfonso Rueda comicios gallegos para aprovecharse del desgaste del Gobierno con la ley de amnistía, redactada a cuatro manos entre el ministro Bolaños y el abogado de Puigdemont. El anuncio de las elecciones dio paso a una bochornosa sobreactuación de búsqueda de microplásticos por las playas para tratar de reeditar la........

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