Un castillo y un alcalde
Cuentan los historiadores que las tropas de Napoléon Bonaparte, durante su invasión de España, llegaron también a la población segoviana de Coca, donde causaron muchos destrozos. Tomaron el famoso castillo mudéjar en 1808, hecho que provocó la huida de los vecinos hacia los pinares circundantes, donde se hicieron fuertes contra el invasor utilizando principalmente herramientas de su trabajo agrícola y de los pinares. Al tiempo se creó una guerrilla que se denominó Cuadrilla de Neguillán, que causó normes disgustos a los invasores, ya que les acosaban en los lugares más inimaginables. La represión de los franceses consistió en saquear totalmente el castillo y dejándole reducido casi a ruinas.
Pasados los años, las cosas fueron cambiando y la villa de Coca digamos “resucitó de sus cenizas”, y muy especialmente llegó el impulso renovador durante la presidencia en la Alcaldía y en la Comunidad de Villa y Tierra (que ocupó entre los años 1936 a 1958) un caucense llamado Arturo Acosta García, hombre del lugar que se volcó en la defensa de su pueblo y sus monumentos desde los varios cargos que ocupó en la política........
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