Otra jubilación…
Literariamente quiere decir costumbrismo, más o menos, que se trata de un análisis u observación de las costumbres habituales de unas gentes o de unos lugares. En mi caso, lo sitúo en un espacio comprendido entre la plaza Juan Guas hasta la Plaza Mayor. Desde la primera hay un “repecho” que cuesta subir a buen ritmo; desde la plaza de la Merced, otro, mucho más leve hasta la Catedral. También hay espacios “especiales”, porque, por ejemplo, entre el callejón del Mudo hasta la misma iglesia, suele soplar un vientecillo que, en esta época, tira más bien a desagradable.
Es frecuente, en este trayecto, encontrar vecinos y amigos de muy antiguo, y es obligado, claro, el saludo y la charla durante unos minutos. Una charla que anima mucho desde la puerta de su tienda de “recuerdos” su propietaria, Encarna, bajo el rótulo del establecimiento “Souvenires La Catedral” (la de verdad “cae” justamente enfrente).
Y cito a Encarna porque en estos días protagoniza uno de esos momentos de........
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