El cafelito de mediodía
En la historia de cada nación, de cada pueblo, siempre han existidos modas, tradiciones y costumbres que aún pasado mucho tiempo, han sobrevivido…y especialmente las más vinculadas a los pueblos, como la reciente fiesta de las Aguederas en nuestra provincia, donde cada año se afianza más.
La presencia del desgraciado Covid, que se llevó por delante a numerosos personas, sobre todo en sus comienzos, es indudable que ha influido en algunos cambios de costumbres e incluso en traernos otras nuevas. Porque, por ejemplo, ¿quién iba a pensar antes de la epidemia, que en pleno mes de febrero las terrazas de los bares estuvieran al completo muchos días (en lo que también ha influido decididamente el cambio climático), incluso hasta horas avanzadas de la noche, aunque sea con el auxilio de las estufas de gas?
Durante muchos años nunca han faltado, en las primeras horas del día y antes de iniciar la jornada laboral, los “chupitos” y el “carajillo”, que sirven para animar a levantar el ánimo. Costumbre que ahora se ha incrementado con el cafelito (o cafetito) de mediodía, “auxiliado” de un pincho en cuya preparación se esfuerzan y esmeran los cocineros de bares y restaurantes. Y esto puede comprobarse (exceptuemos los días “malos”, en los que hay que refugiarse en los interiores de los locales) por todos los barrios de la ciudad, en los que la profusión de bares y bares-restaurantes animan a........
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