menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Sobre la descolonización de los cerebros y de los museos

36 0
31.03.2024

— ¿Qué significa para Vd. descolonizar un Museo?
—La verdad es que no soy un experto en el tema y nadie me ha pedido nunca que descolonice un museo. La arquitectura ha sido uno de los instrumentos tradicionales de la colonización. Desde las urbes romanas a los suburbios americanos, la estructura del espacio determina la forma de vida de las poblaciones. Un ejemplo que se me ocurre de descolonización es el del cambio de sistema de direcciones en Corea del Sur para eliminar el que implantó Japón durante el periodo colonial. En Japón, el sistema de direcciones postales está basado en áreas o (chomes) y Corea del Sur quiso librarse de ese sistema que era el símbolo de la ocupación japonesa, y usar el sistema occidental que está basado en líneas numeradas (las calles).

En un edificio es quizá más complicado, pero se me ocurre que el neo-regionalismo que emerge en los años 70 como reacción a los modelos de construcción anglosajones de muros de vidrio y construcción de hormigón “brutalista” es en cierto modo una forma de “descolonización.” Pero de nuevo hay factores de eficiencia que hay que tener en cuenta: no tiene sentido hacer edificios de vidrio en Dubai ni en Toronto. Por eso a mí me da un poco de risa la descolonización en arquitectura, porque creo que adoptar los modelos prevalentes cuando son eficaces es de sentido común, como en Corea. Y cuando no tienen sentido, como en Dubai o sin ir más lejos, en Andalucía, ¡quizá haya que resistirse a la colonización! Pero de ahí a decir que un museo en Madrid tiene que construirse con ladrillo cara vista y teja árabe para representar la tradición constructiva local es absurdo. Eso es como la señora que aparecía vestida de indígena en el teatro woke del Museo de las Américas. La descolonización parte de la idea nostálgica de que hubo un estado ideal en algún momento de la historia al que hay que volver, y que ese estado está determinado por una relación ideal entre la tierra, la raza y la cultura. Y esa relación es muy peligrosa.

—¿Cómo cree que una política de cuotas de sexos, géneros o razas afectaría a las instituciones museísticas?
—Supongo que ya les está afectando, si no, no se darían el tipo de teatros como el del Museo de las Américas. Por eso todos los nuevos directores de museos son mujeres, LGBTQs y minorías étnicas. Eso ha venido ocurriendo en todos los campos de la cultura contemporánea, incluyendo la educación. El problema de este tipo de políticas es que van, primero en contra de la competencia, y segundo, en contra de la neutralidad. Un museo tiene dos funciones: una es la de recopilar objetos culturalmente valiosos. La otra es la de presentarlos al público con una interpretación que contribuya a establecer una consistencia cultural entre la población. Esta segunda función es más problemática porque se parece mucho a la propaganda política, y puede ser utilizada para promover ciertas ideologías. España fue un país colonizador. Podemos explicar la historia del país alabando las gestas heroicas de los conquistadores y ensalzando la construcción de hospitales y universidades o podemos explicar que el Imperio Español fue un genocidio que eliminó las culturas aborígenes Dependiendo de nuestra ideología, interpretamos el imperio en una de esas claves. Yo soy de la opinión de que un museo contemporáneo ―y una universidad― no deberían utilizarse para dar versiones tendenciosas de la historia que apoyan ciertas posturas políticas, sino limitarse a presentar los objetos de la forma más neutra posible, aun a pesar de perder una gran parte de su segunda función como instrumento de cohesión social. Creo que la cohesión social........

© El Adelantado


Get it on Google Play