Ahora que tiempo y urnas permiten y recomiendan que Segovia mire, reconozca y agradezca a la Reina Isabel que aquí coronó, y que, con errores y aciertos, tanta gloria dio a nuestra ciudad, a la que su hermanastro Enrique decía “mi Segovia”, porque, desde sus 14 años, Señor era de ella, ciudad a la que Isabel en su testamento pedía, de no poder ser en Granada junto a su esposo, descansar en Segovia, en el Monasterio de San Antonio el Real. Por cierto joya mudéjar tan olvidada en las visitas guiadas turísticas segovianas, que el IV de los Enriques erigiera como palacete de descanso en las afueras de la ciudad, ahora que no hay prohibición o conseja de no “poner nombre de reina o santa” a la más significativa obra de nuestra ciudad, la estación del AVE, a la que se denominó “Guiomar”, ahora que la gran reina tiene busto escultórico en el templo en que se coronó Reina de Castilla y de las Españas, ahora que la corporación municipal promete recordar cada año ese trascendental hito plasmado en el Libro de Oro del Mesón de Cándido en lacónica frase del ingeniero alemán de la NASA, Wernher von Braun que reza “without Segovia no moon”, “sin Segovia no Isabel, sin Isabel no Colón, sin colón no América, sin América no luna”, sería oportuno que una representación del concejo segoviano asistiera y tomara buena nota de los festejos con que Tordesillas recuerda la llegada de Juana. Cruelmente conocida como “la Loca” por su apasionado amor al esposo, hija de reyes, reina y madre de emperadores y su hija Catalina de Austria, acompañando al cadáver del esposo y padre Felipe, apodado “El Hermoso”, y el triste ingreso de la reina en el Real Monasterio de Santa Clara, o Medina del Campo recuerda los tristes días en que la villa fue incendiada por las tropas imperiales como castigo por no haber facilitado armas para el asedio a Segovia, y las tres ciudades intercambiasen ideas, experiencias y apoyos personales y materiales.

Recuerdo las brillantes teatralizaciones de 11 de septiembre de 2004 y 13 de diciembre de 2013, del más trascendental hito histórico acaecido en nuestra ciudad en las que dieron vida a los personajes del hecho histórico 400 segovianos y 30 caballos, siendo disfrutado por 5.000 segovianos y visitantes.

El CIS de Tordesillas rememora con participación de 300 vecinos cada primer sábado de marzo la llegada de Juana I de Castilla a la villa del Tratado, en 1509, con una espectacular “entrada” de Juana, su hija Catalina, su padre Fernando el Católico, el cuerpo inerte de Felipe “El Hermoso”, con su acompañamiento de monjes y la guardia de Monteros de Espinosa; la duda de Juana de las intenciones de su padre, pidiendo volver a Burgos, y el emotivo ingreso en el Monasterio en que permanecería sus últimos 46 años. En páginas de este Diario se recuerda que (el próximo sábado, 3 de febrero) “Tordesillas presenta los festejos en honor a la llegada de la reina Juana”.

Por su parte la villa vallisoletana de Medina del Campo recuerda la quema de la localidad por las tropas imperiales aquel triste 21 de agosto de 1520, con la participación de 4.000 medinenses, con actos a lo largo del año, culminando este día con desfile general, recreación de la quema, desfile concejil, llegada de Isabel y Alfonso a las Ferias de Medina, fiesta en el palenque del Castillo de la Mota, Último encuentro de Isabel y Juana, y desfile final con llegada de los capitanes comuneros en el que el primer edil segoviano lee el solemne juramento que termina con la impresionante promesa “… Pero tened , señores, por cierto, que, pues Medina se perdió por Segovia, o de Segovia no quedará memoria, o Segovia vengará la su injuria a Medina”.

A mi juicio estas recreaciones históricas, cada día más celebradas por toda nuestra geografía, son justos y necesarios homenajes a ciudades, personajes o hechos dignos de conocerse y publicitarse, y son a la vez propaganda turística, pues al tiempo que se honra a excelsos personajes, se da gloria y realce a la ciudad que los produjo, revive y muestra, como es el caso de nuestro emblemático aserto “without Segovia, no moon”.

QOSHE - Teatralizaciones históricas de Tordesillas y Medina del Campo, ejemplos a seguir - Manuel Fernández Fernández
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Teatralizaciones históricas de Tordesillas y Medina del Campo, ejemplos a seguir

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02.02.2024

Ahora que tiempo y urnas permiten y recomiendan que Segovia mire, reconozca y agradezca a la Reina Isabel que aquí coronó, y que, con errores y aciertos, tanta gloria dio a nuestra ciudad, a la que su hermanastro Enrique decía “mi Segovia”, porque, desde sus 14 años, Señor era de ella, ciudad a la que Isabel en su testamento pedía, de no poder ser en Granada junto a su esposo, descansar en Segovia, en el Monasterio de San Antonio el Real. Por cierto joya mudéjar tan olvidada en las visitas guiadas turísticas segovianas, que el IV de los Enriques erigiera como palacete de descanso en las afueras de la ciudad, ahora que no hay prohibición o conseja de no “poner nombre de reina o santa” a la más significativa obra de nuestra ciudad, la estación del AVE, a la que se denominó “Guiomar”, ahora que la gran reina tiene busto escultórico en el templo en que se coronó Reina de Castilla y de las Españas, ahora que la corporación municipal promete recordar cada año ese trascendental hito plasmado en el Libro de Oro del........

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