Con lágrimas pidiendo pista y un nudo en el corazón veo pasar por el recuerdo tanta marcha, acampada, excursión, escalada, vía ferrata o rápel con un grupo de compañeros, o mejor una bien avenida familia, con la común afición a la montaña, la familia de “El Nevero”, que hoy, por mor de la edad que no cesa y la enfermedad que aparece siempre inoportuna y sorpresiva, obligan a echar la persiana de nuestra sede en la Calle Rancho de nuestra ciudad. Nos hemos ido haciendo mayores, y algunos, siempre los mejores, ya escalaron cimas más altas que las de nuestra semanal programación.

Nacíamos allá por el 1.975, en su Nochebuena, el 24 de diciembre, como regalo navideño al deporte segoviano y a la afición por la montaña, 51 socios, en su mayoría antiguos montañeros de otro pionero club montañero, el “San Fernando OJE” que, por cuestión política, se deshacía.

Lástima que por un año no podamos celebrar, si no la fiesta con cincuenta velas, sí al menos la bonita despedida del medio siglo de exitosa vida.

Nos presta nombre el emblemático pico “El Nevero” que enseñorea sus 2.909 m. en la zona de Navafría de nuestro Guadarrama, haciendo de límite, que no frontera, entre las comunidades madrileña y castellano y leonesa, entre las provincias de Madrid y Segovia, en alfoz de Pinilla del Valle en la ladera madrileña, y Torre Val de San Pedro, en la segoviana, presentando ruinas y surcos, cicatrices de guerra, por haber sido ocupada por fuerzas republicanas en nuestra Guerra Civil.

Nuestro escudo estaba formado por el emblemático segoviano Acueducto y la herramienta de nuestro “oficio”, picos nevados de la sierra, esquíes, cuerda y piolet.

Nuestro lema, que inculcamos a los socios alevines que tantas veces nos ayudaron a retirar de la montaña toneladas de restos que “paseadores”, que no amigos de la montaña, se dejaron “olvidados”, fue y lo cumplimos a rajatabla: “que de tu paso por la montaña no queden más huellas que las de tus botas”

Nuestra actividad como colectivo no se redujo a patear senderos, subir riscos, descender a valles y majadas o realizar travesías que a alguno, como quien esto firma, por incómodo vértigo, le hacían pasarlo mal, aunque el gozo de la llegada era mayor por haberlo vencido, y alguna Hazaña” como la, hace años, realizada por nuestro “eterno” presidente Sisinio de Pablos que sin falanges en los dedos de ambas manos, amputadas en accidente laboral, y su hijo Álvaro, con apenas 16 años, en fugaz escalada por ser jornada de eclipse solar, ascendieron al Naranjo de Bulnes (Picu Urriellu) de 2.519 m. de altitud y 550 m. de pared; teníamos biblioteca, especializada en temática montañera, hacíamos cursos, reunión semanal, proyecciones, charlas…, la comida anual con sorteo de regalos; los “manitas” del club realizaron las figuras de sucesivos belenes, el metálico, de Martín Pastor y Huertas, el de piedra, de Valverde, y el cerámico, de Sagrario Sanz, belén que cada Navidad subíamos a nuestro pico, subida en la que nos acompañaban montañeros de diversos clubes madrileños que ascendían por la ladera madrileña, y en las que, como simpática anécdota, algunos años nos acompañó el ya entonces octogenario ex Gobernador del Banco de España, creo recordar que Luis Ángel Rojo; marchas cicloturistas y de mountain bike, participamos en otras actividades deportivas segovianas, como la Marcha andando Madrid-Segovia, la media maratón, milla urbana, o carreras de montaña, como la varios años ganada Cuerda Larga que organizaba la Federación Madrileña; hemos participado en todas las ediciones de la JOMOSE; destacada realización fue el marcaje y señalización del GR-88, así llamado por ser el año de realización, 1988, ochocientos aniversario de la repoblación de Segovia, vía pecuaria también conocida como “Sendero de Segovia”, que recorre las provincias de Guadalajara, Segovia y Madrid; se reconoce por sus señales en blanco y rojo.

En el medio siglo de vida y actividad recorrimos la montaña nacional, nuestro Guadarrama y Gredos, Pirineos, Picos de Europa y Sierra Nevada, y algún escarceo por Alpes, Atlas y Andes, participando con otros clubes, como GRUMBE, Club Militar de Montañeros Veteranos, GREDOS, San José, Club Alpino Guadarrama, S.D.Alpina…,y, por supuesto, con los segovianos Aguacero, Diego de Ordás, La Acebeda, Caloco, Club Escalada, Boys Scouts…

Tantas veces los hemos recorrido que ya nos saludaban las piedras, riscos y veredas, valles y majadas de Horcados Rojos, Peña Labra, Tresviso, Fuente De, Las Tuerces, Cañón de Riolobos, Cañón de La Horadada…. Y las domésticas Peñalara, El Reventón, La Chorranca, Maliciosa, Cabezas de Hierro, Silla del Rey, Mujer Muerta…, siendo clásicas y populosas nuestras marchas La Granja-Rascafría y Navafría-La Granja.

Hoy, en nuestra despedida oficial, aunque no ausencia de la querida montaña, deseamos feliz continuidad a estos clubes, y ánimo a los jóvenes para que prueben y sigan tan positiva afición, al tiempo que recitamos con Machado sus versos “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca, se ha de volver a pisar”, hoy ya no es tiempo de canturrear el “no hay quien pueda con la gente montañera”, y sí de musitar “ adiós con el corazón, que con la boca no puedo, al despedirme de ti, al despedirme me muero”.

Para todos ¡BUEN CAMINO!


* Socio fundador del Club.

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Adiós a un histórico club de montaña; tras 49 años de exitosa vida, echa la persiana “el nevero”

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13.05.2024

Con lágrimas pidiendo pista y un nudo en el corazón veo pasar por el recuerdo tanta marcha, acampada, excursión, escalada, vía ferrata o rápel con un grupo de compañeros, o mejor una bien avenida familia, con la común afición a la montaña, la familia de “El Nevero”, que hoy, por mor de la edad que no cesa y la enfermedad que aparece siempre inoportuna y sorpresiva, obligan a echar la persiana de nuestra sede en la Calle Rancho de nuestra ciudad. Nos hemos ido haciendo mayores, y algunos, siempre los mejores, ya escalaron cimas más altas que las de nuestra semanal programación.

Nacíamos allá por el 1.975, en su Nochebuena, el 24 de diciembre, como regalo navideño al deporte segoviano y a la afición por la montaña, 51 socios, en su mayoría antiguos montañeros de otro pionero club montañero, el “San Fernando OJE” que, por cuestión política, se deshacía.

Lástima que por un año no podamos celebrar, si no la fiesta con cincuenta velas, sí al menos la bonita despedida del medio siglo de exitosa vida.

Nos presta nombre el emblemático pico “El Nevero” que enseñorea sus 2.909 m. en la zona de Navafría de nuestro Guadarrama, haciendo de límite, que no frontera, entre las comunidades madrileña y castellano y leonesa, entre las provincias de Madrid y Segovia, en alfoz de Pinilla del Valle en la ladera madrileña, y Torre Val........

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