Dice un dicho muy castellano que “el que la sigue la consigue” y que la “constancia es virtud” y este es el caso personalizado en el poeta Jesús Andrés Pico Rebollo (1957, Sardón de Duero -Valladolid-) que tras concurrir en cuatro ediciones al Premio Internacional de Poesía ‘Jaime Gil de Biedma y Alba’, de Nava de la Asunción, conseguía en esta ocasión alzarse con el primer premio por su poema ‘Vino la muerte y se instaló en sus ojos’, unos versos donde el autor rinde homenaje a todos aquellos poetas que murieron jóvenes dejando testimonio de una obra consolidada y en cuyos versos finales el autor manifiesta el deseo de morir como ellos: “es un poema en el que quiero recordar a ciertos poetas, no a todos por que son muchos, que murieron jóvenes por diversas circunstancias como por ejemplo Federico García Lorca y Miguel Hernández, que aunque murieron jóvenes dejaron ya una obra consolidada y acabo con un verso diciendo que secretamente quisiera haber muerto como ellos, que es lo que en el fondo deseamos todos: ser un poeta reconocido aunque tengamos que morir jóvenes”.
El autor........

© El Adelantado