El equilibrio de una Puerta Grande entre la rotundidad
Por fin se abrió la Puerta Grande de Las Ventas en el escalafón superior. Fue Borja Jiménez con una y una oreja físicas, pero con una faena redonda de dos trofeos para el recuerdo que quedó reducida a solo uno por la única decisión del presidente José Luis González. Al final, el equilibrio fue el de la salida en hombros, pero la rotundidad del sevillano llegó al cuajar al segundo toro de la tarde de Victoriano del Río, de nombre ‘Dulce', bravo y con clase, en la faena -por ahora- de la feria. La suma fue justa a la entrega y capacidad de Jiménez. Completaron la terna Emilio de Justo, con opciones a premio, y Andrés Roca Rey, muy mirado, sin opciones.
Jiménez se jugaba el crédito ganado en la pasada Feria de Otoño. Julián Guerra, detrás. El sevillano no falló desde el comienzo, donde se fue a portagayola, ante un toro con clase, ritmo, repetición y bravura. Jiménez estuvo a la altura del animal y dejó dos series con la mano derecho de mando y poder. Embraguetado, se........
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