Estamos prácticamente en dieciséis meses de un gobierno de izquierda que le prometió a los colombianos un cambio, una “Colombia, potencia de la vida” pero, lo que estamos viendo es un régimen, de ese del que alguna vez habló Álvaro Gómez Hurtado cuando padecimos un gobierno parecido al actual.

Un régimen, según Gómez, muy “complejo, subyacente a las estructuras políticas, económicas, sociales y culturales del país.” Claro, uno se pone a ver o analizar lo de aquella triste época y la compara con la de ahora, pues llega a la triste conclusión que esa cultura de antes revivió con “el todo vale”.

El doctor Gómez Hurtado definió al régimen “como un sistema de compromisos y complicidades que están dominando la totalidad de la vida civil, refundiendo sus objetivos fundamentales: la paz, la seguridad, el manejo pulcro de la cosa pública y el desarrollo económico.” Agreguemos unas reformas leninistas que solo van a empeorar la vida de la gente.

Todo sigue igual o peor. La pobreza está creciendo por causa de impuestos para todo, hasta para las salchichas o galletitas que le permiten a los de abajo medio comer.

El alza de la gasolina, según doña Francia, era para aplicársela a los cuatro mil ricos colombianos pero, todos los colombianos llevamos del bulto, pues esas alzas afectan todo lo demás.

Amenazan a Colombia con acabar con las exploraciones, siendo eso la esperanza de que el gobierno tenga recursos necesarios para, al menos, solventar en algo la “justicia social” de la que tanto hablan pero no, ahora se cranearon la “sabia” idea de conectar a Ecopetrol con un tubo venezolano para que nos llegue un combustible sucio y pesado, sin refinar, con el propósito de darle un “salvavidas” a un país como aquel que tiene un deuda externa impagable.

Posiblemente, este gobierno trate de imponer otro proyecto de reforma tributaria, para terminar de ahogarnos o asfixiarnos, logrando lo que tanto quieren: el decrecimiento económico del que recientemente nos habló doña Irene Vélez, además de ayudarle a Inmaduro.

Nos llegó la navidad en medio un sopor desesperanzador pero, como dicen que los colombianos somos resilientes, pese a los ríos de sangre de seres humanos reales, con el dolor infinito de sus familias, que ocurren por masacres y desplazamientos hasta de militares de regiones vulnerables sin que el gobierno central se pronuncie, pues nos tocó rogarle a Dios, pese a la molestia de ateos, que nos ilumine.

QOSHE - “Maromas discursivas” - Hugo E. Gamboa Cabrera
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“Maromas discursivas”

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02.12.2023

Estamos prácticamente en dieciséis meses de un gobierno de izquierda que le prometió a los colombianos un cambio, una “Colombia, potencia de la vida” pero, lo que estamos viendo es un régimen, de ese del que alguna vez habló Álvaro Gómez Hurtado cuando padecimos un gobierno parecido al actual.

Un régimen, según Gómez, muy “complejo, subyacente a las estructuras políticas, económicas, sociales y culturales del país.” Claro, uno se pone a ver o analizar lo de aquella triste época y la compara con la de ahora, pues llega a la triste conclusión que esa cultura de antes revivió con “el todo........

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