Cuartetas
El hambre volvió al castor
a la mitad de su sueño,
se fue a roer sin empeño,
dejó un trazo de escultor.
*
Huye el venado de aquí,
quién sabe lo que presiente,
pero a veces, de repente,
su........
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El hambre volvió al castor
a la mitad de su sueño,
se fue a roer sin empeño,
dejó un trazo de escultor.
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Huye el venado de aquí,
quién sabe lo que presiente,
pero a veces, de repente,
su........