Un amable lector me comenta que si viviésemos en el siglo XIX o, incluso, en la primera mitad el XX ya se hubiera producido en España un golpe de Estado militar, un “pronunciamiento”, en el particular lenguaje político que ha ido configurando nuestra accidentada historia. Y estamos totalmente de acuerdo. De hecho, desde las Cortes de Cádiz esa historia nuestra es la historia de sucesivos pronunciamientos, con las notables excepciones de la Restauración y de la Transición a la democracia, que ahora se pone en cuestión tan irresponsablemente. “El régimen del 78” la denominan algunos, incluso algunos que aseguran aceptar la Constitución. Sin embargo, afortunadamente, las circunstancias actuales sociales y políticas hacen imposible tal pronunciamiento, a pesar de algunas manifestaciones de militares retirados.
El problema es que la dinámica política y social española nos ha llevado a una situación sin precedentes en los Estados de nuestra tradición cultural: los perdedores de la última guerra civil han terminado por ganarla y los vencedores la han perdido. Es como si la Corona hubiese derrotado al Parlamento en la guerra civil inglesa o los Estados del sur hubieran vencido en la guerra de Secesión norteamericana. Una realidad alternativa sin precedentes y potencialmente peligrosa en muchos sentidos.
De hecho, en las manifestaciones madrileñas de Ferraz ante la sede del PSOE de los últimos días se ha asumido esa inversión entre vivas a Franco, cánticos y banderas de la Falange y el Requeté, alusiones a la División Azul nazi, y rezos del Rosario, en sintonía con las opiniones de varios obispos. Pues bien, los perdedores de la última guerra civil, que, al final, la han ganado son los comunistas y los socialistas del PSOE de Pedro Sánchez. Y el abandono del marxismo que los socialistas alemanes le impusieron a Felipe González al final del franquismo nunca ha sido plenamente asumido por sectores importantes de militantes y votantes socialistas. Hay socialdemócratas en el partido, pero el partido no es socialdemócrata. Y muchos jóvenes -y no tan jóvenes- militantes y votantes socialistas se sienten afines a Podemos o a Sumar; acusan al partido de derechización; y ni conocen ni les interesa la historia de España y la del partido. Algunos manifiestan en público su rechazo a Felipe González, llegando en ocasiones -pocas- al insulto y la descalificación de un dirigente socialdemócrata que gobernó España durante catorce años y que hizo posible la Transición. Porque para ellos el PSOE anterior a Rodríguez Zapatero y a Pedro Sánchez no existe o peor, es reaccionario. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo se ha producido esta inversión social y política tan peligrosa y este fracaso de la Transición?
Hay varios responsables, pero la circunstancia determinante ha sido la incapacidad de la derecha democrática española del Partido Popular y de sus mediocres dirigentes -a pesar de Díaz Ayuso- de articular una alternativa ganadora a la demagogia y la irresponsabilidad de los que ahora nos gobiernan. Y la puntilla final ha sido la incapacidad de separarse de -y de enfrentarse a- Vox, una rémora mortal responsable de la derrota electoral de julio que, de no ser neutralizada, le asegurará a Pedro Sánchez muchos años en La Moncloa.

QOSHE - La rémora - Juan Hernández Bravo De Laguna
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La rémora

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23.11.2023

Un amable lector me comenta que si viviésemos en el siglo XIX o, incluso, en la primera mitad el XX ya se hubiera producido en España un golpe de Estado militar, un “pronunciamiento”, en el particular lenguaje político que ha ido configurando nuestra accidentada historia. Y estamos totalmente de acuerdo. De hecho, desde las Cortes de Cádiz esa historia nuestra es la historia de sucesivos pronunciamientos, con las notables excepciones de la Restauración y de la Transición a la democracia, que ahora se pone en cuestión tan irresponsablemente. “El régimen del 78” la denominan algunos, incluso algunos que aseguran aceptar la Constitución. Sin embargo, afortunadamente, las circunstancias actuales sociales y políticas hacen imposible tal pronunciamiento, a pesar de algunas manifestaciones de militares........

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