Me quedé perturbado; tanto que me desperté, puse la televisión y volví a meterme en la cama, atolondrado, perplejo, sorprendido y acojonado. Resulta que la fiscalía había pedido ¡118 años! de prisión al ex responsable de Ausbanc, Luis Pineda, acusándolo de diversos delitos y 24 años a un tipo que nunca me gustó, Miguel Bernard, responsable del sindicato (¿?) Manos Limpias, ambos empapelados en un mismo caso. Sería prolijo repetir aquí la historia judicial; no me cabe. ¿Hay realmente unidad de doctrina, unidad de criterios, unidad de algo en la justicia española? Porque el Tribunal Supremo ¡los ha absuelto! Es decir, en vez de 118 años, ninguno, a casa; en vez de 24 años, ninguno, a casa. Yo me alegro siempre de las absoluciones de la gente, lo digo de verdad. La cárcel tradicional, la mazmorra de antañazo, es un mal escarmiento, porque no funciona, y debería estar reservada –en mi modesta opinión— a los que suponen un peligro físico y grave para la sociedad. Lo demás se puede resolver con arrestos domiciliarios, pulseras y otros inventos. Pero me extraña la disparidad de criterios entre la fiscalía y los tribunales. Lo mismo que me asusta que jueces y fiscales entren a las salas de vistas por la misma puerta, la que está detrás de la mesa del tribunal. Eso siempre me ha mosqueado, en las contadas veces en que he sufrido la molestia de asistir a un juicio oral, bien en el banquillo (siempre por asuntos de opinar libremente), bien como testigo de alguna chorrada, como cuando Miguel Tejera, querido compañero, dijo que Antonio Martinón, a la sazón gobernador civil, había puesto cara de mero a la plancha en determinada circunstancia, aspecto en el que yo coincidía plenamente con Miguel, que naturalmente fue absuelto. No tenemos remedio en eso de ser país de extremos. Quizá de ahí nuestra denostada (por otros, no por mí) administración de justicia.

QOSHE - Perturbación - Andrés Chaves
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Perturbación

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17.03.2024

Me quedé perturbado; tanto que me desperté, puse la televisión y volví a meterme en la cama, atolondrado, perplejo, sorprendido y acojonado. Resulta que la fiscalía había pedido ¡118 años! de prisión al ex responsable de Ausbanc, Luis Pineda, acusándolo de diversos delitos y 24 años a un tipo que nunca me gustó, Miguel Bernard, responsable del sindicato (¿?) Manos Limpias, ambos empapelados en un mismo caso. Sería prolijo repetir aquí la historia judicial; no........

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