El río bravo
El río de meadas del Carnaval es cada vez más bravo. Y además cambia sus fuentes, sus nacientes, a lo alto de la ciudad, con lo que su caudal se vuelve más violento. Las tiendas colocan parapetos en sus puertas para que el orín no penetre en los locales y destroce el género. Los zaguanes se cierran con candados y los váteres de los bares se desbordan, en una cascada infernal. La ciudad se vuelve amarilla y caudalosa y el olor........
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