El Athletic es precisamente eso, un tsunami. En San Mamés más si cabe. Los números están ahí y no ofrecen ninguna duda. Los rivales sufren y siendo conscientes de lo que se les viene encima se preparan, pero no es suficiente para neutralizar el derroche físico de unos leones intratables cuando ven a los suyos en la grada.

Los de Valverde se llevan por delante lo que pillan y no hacen prisioneros. Es una auténtica gozada. Ante el Girona otro ejercicio de intensidad, presión y kilómetros para arriba y para abajo con una verticalidad que provoca ocasiones y goles. Los futbolistas rojiblancos soplan en el cogote del rival generando fallos que se celebran al instante como goles. Todos lo quieren evitar pero nadie encuentra la fórmula.

Resulta imposible para los visitantes igualar los datos físicos del Athletic y algunos directamente levantan la bandera blanca, frente al Girona el lunes, no fue el caso. Los de Míchel son un muy buen equipo que mueren con su idea, no les va mal. El asunto es que no solo va de correr. Los de Valverde juegan de memoria teniendo claro que en las bandas habitualmente tienen dos flechas y entre el mediapunta y Guruzeta el lío está montado. La combinación arriba es efectiva y todo funciona como la seda. El técnico ha conseguido juntar a un grupo de jugadores que independientemente de quien esté saben a la perfección qué es lo que hay que hacer en cada zona del campo y momento del partido. La regularidad como seña de identidad. La Catedral manda. No digo que ir a San Mamés sea sinónimo de victoria, pero prácticamente, al menos esta temporada.

El otro día mi vecina que ha empezado a ir esta campaña, me comentó que ella no había visto perder nunca al equipo. Impresionante. Obviamente no estuvo en la primera jornada. La chavalería disfruta al máximo y los no tan jóvenes también. Como decía aquel, que nos quiten lo bailao. La ola es buena y se deja surfear, cojámosla. Quedan fechas muy importantes por disputarse en nuestro terreno y esta sensación de alegría colectiva no puede desaparecer. La suma de todos nos hace más fuertes y el equipo sabe que no le vamos a dejar caer. Hemos llegado a un punto en el que los unos animan a los otros.

La buena marcha del Athletic hace que un lunes de febrero más de 46.000 aficionados abarroten las gradas. No es casualidad que se batan registros de emisión televisiva entre semana en los partidos de los rojiblancos. Algo tiene el agua cuando la bendicen. Además, ayer conocimos la renovación de contrato de Guruzeta hasta 2028. Otra gran noticia en una temporada que puede ser histórica.