Eso es el Athletic, un equipo inexpugnable. Las puertas a cero no son casualidad y hablan muy claro de lo bien que defiende el equipo. Valverde lo ha repetido en varias ruedas de prensa y es por algo. En Las Palmas volvimos a ver un equipo que no fue sobrado de fútbol pero que anuló a los locales con una presión alta que impidió que los amarillos desarrollasen el juego que tanto les gusta y que su técnico les impone desde el banquillo.

Seis futbolistas sostuvieron a un Athletic que en realidad prácticamente no pasó apuros. Unai Simón sigue en su línea, lo que tiene lo para, sea fácil o difícil, el balón no traspasa la línea de gol, una pasada. Tenemos un portero que es una auténtica maravilla. Vivian y Paredes han creado una sociedad perfecta. El hecho de no poder contar con Yeray gran parte de la temporada ha provocado que ambos funcionen como los relojes suizos. Tienen tan controlado el espacio donde desenvolverse y están tan concentrados que para los rivales son un problema desde la alineación.

El centro del campo ahora mismo es propiedad de Beñat Prados y Ruiz de Galarreta. El primero es un chollo para cualquier compañero. En los diccionarios buscas trabajo y ayuda y sale la foto de Beñat. Más solidario es imposible ser. Iñigo no tiene problemas en abandonar su clase y ponerse el buzo de faena. Se va amoldando a las circunstancias de partido y equipo y demuestra cada día más que su fichaje fue un autentico acierto. Como dice mi amigo Ramón, la sala de maquinas funciona a pleno rendimiento.

Arriba lo de Gorka Guruzeta es algo extraordinario. Su crecimiento es de estudio. Juega para el equipo y marca goles con una suficiencia que hace un par de años era impensable. De hecho él mismo dice que le ha costado más tiempo que a otros pero con trabajo y empeño, pero sobre todo con la calidad que atesora lo ha conseguido. Es un fijo y todo el mundo reconoce su valía, una maravilla contar con él.

El pasado domingo los que faltan por mencionar no tuvieron el brillo de otras ocasiones pero aun así sumaron a la causa. Es lo que tiene el equipo de Valverde, independientemente del acierto personal o no, la orquesta está muy bien afinada y nadie desentona tanto como para que la música suene mal. Continuemos con este pedazo concierto.