ESCUCHAR a Valverde siempre está bien. Si además es en la previa de un partidazo copero de cuartos en San Mamés ante el Barcelona, todavía mucho mejor. En una semana con turbulencias arbitrales, el mejor para poner calma y orden es Ernesto. Viene muy bien ya que conoce las dos casas y se le respeta incluso allí, donde lo de triunfar es muy complicado. De hecho ayer mismo Xavi lo ubicó en el lugar que merece como técnico por trayectoria y resultados. Sensatez en cada respuesta y claridad de ideas para un encuentro en el que los dos equipos pueden pasar, no hay favorito. Otra noche para soñar, para disfrutar y para sentir cómo ruge La Catedral. Uno de esos días en los que te levantas con el gusanillo en el cuerpo y que lo único que quieres es que las horas pasen rápidas para ponerte la camiseta y empezar a oler el ambiente de un día grande. Hoy no hay más tema. Solo se habla de lo que por la noche va a pasar. No existe nada más que la Copa y el Athletic, bueno, del rival también se habla aunque con la boca pequeña. El protagonismo es rojiblanco. La batalla puede ser épica, de las de recordar. Día de salir en camilla porque las piernas no dieron para más. Hoy todos los futbolistas saben que el control de emociones es fundamental para aguantar una pelea de tal calibre. Enfrente, mucha calidad, pero que ha sido neutralizada en varias ocasiones. Todos para uno y uno para todos, el Athletic es así y precisamente a un partido y ante los culés, hay que apelar a ello en cada minuto del partido. Correr va a ser fundamental pero no va a bastar. En este sentido, tranquilidad. Esta campaña este grupo ha demostrado que con balón también hace las cosas muy bien. Es necesario quitarle la pelota a un Barcelona que la querrá hacer propia. Ese es sin duda su fuerte. Son futbolistas elegidos par a ir a por todas las competiciones pero en Bilbao el león espera con las garras afiladas.

Varios jugadores están tocados pero nadie se quiere perder este maravilloso día de fútbol.

La grada va a ser un espectáculo y aunque como dijo el Txingurri no mete goles, ayuda y mucho en los momentos donde las piernas comiencen a flojear o cuando la moral caiga un poco. Además el rival sabe que cuando el campo aprieta, la atmósfera se vuelve tremendamente incómoda para el conjunto visitante. Más allá de si habrá récord de asistencia o no, lo que importa es que los que estén se dejen sentir. Siempre que esto sucede la victoria está más cerca. Si por algo se distingue el equipo rojiblanco es por su gente y el sentimiento que demuestra cada vez que juega su equipo. Aquí está la gran diferencia con el resto. Egun on athleticzales, hoy puede ser un gran día. Aupa Athletic.