A diferencia de la película, los leones el lunes trabajan y, además, quieren que el sol salga. No tienen ninguna intención de exponerse al astro rey, qué va, lo que quieren es volver a demostrar su potencial real ante un Girona, que esta temporada está que se sale, independientemente de la derrota ante el Real Madrid. Los entrenados por Míchel son un rival duro, muy complicado. Un grupo de futbolistas que entienden a la perfección el juego y que van a muerte con su técnico.

Tengo la sensación de estar ante un partido clave. No definitivo, cierto, pero muy importante ante lo que está por venir. Ganar supone afianzarse en los puestos europeos y mandar un mensaje claro a los competidores por esos puestos. Golpe encima de la mesa y continuar con una buena dinámica más allá de tropiezos puntuales. Supondría, además, un chute importante de moral para vencer a quienes han liderado la tabla durante muchas jornadas.

Una vez más apelo a la figura de nuestro técnico, Ernesto Valverde. Él y solo él es capaz de volver a meter en la cabeza de los futbolistas todo aquello que ha llevado al equipo a emocionar e ilusionar a la parroquia esta campaña. Seguro que tras Almería algunos tienen dudas y el mejor para quitarlas es el Txingurri. Aún recuerdo la rueda de prensa previa la partido de Osasuna en la que habló de otro Athletic en El Sadar y casi nadie le creyó, unos meses después comprobamos que quien más sabe de los suyos es su técnico.

A nivel individual es importante que los jugadores con dudas las saquen de su pensamiento y regresen a su mejor versión. No es el mejor rival para hacerlo de saque, pero si lo logran el refuerzo es bestial. Este grupo es fuerte cuando la confianza desborda sus cuerpos. Físicamente son un regalo, porque no hay equipo más honrado que este. Ahora bien, la cabeza pinta mucho para que las piernas funcionen y por eso la tienen que tener limpia. Seguro que el míster está en ello.

El lunes, a priori, veremos un partidazo. Dos estilos muy distintos que ya nos regalaron en Montilivi un buen espectáculo. Entiendo que comenzar la semana teniendo que acudir a San Mamés puede ser complicado en muchos casos por trabajo, colegios y demás responsabilidades. En estos caso si no se puede ir lo mejor es ceder el carnet y que alguien apoye al equipo en nuestro lugar. No es una semifinal de Copa, pero es un día muy importante, los horarios no los elige el club, hagamos que La Catedral ruja como en las grandes ocasiones.