Sus majestades los leones de Oriente ya están aquí. Mejor dicho, llevan algún mes por estos lares. No traen oro, incienso y mirra. Hacen algo mucho mejor para los aficionados del Athletic, marcan goles, ganan partidos y llenan de puntos su casillero de la clasificación. No es noticia lo de ganar tres partidos seguidos ni enlazar rachas en positivo. Nos estamos acostumbrando, qué maravilla. Valverde y su tropa pisan fuerte allá donde van y han madurado en tiempo récord. El colectivo prima sobre lo individual y todos suman a su manera.
La última victoria, la de Sevilla, pese a la comodidad en la que se produjo y la situación de los locales, no debe restar ningún mérito a lo hecho por los rojiblancos. Mandar como manda el equipo en este tipo de partidos habla mucho y bien del trabajo que hay por detrás en todos los sentidos. Las piernas y el corazón se entrenan en el verde, la cabeza es otra cosa. La mentalidad ha cambiado, y por aquí viene a mí entender el éxito. Todos sabemos cómo son estos chavales. Nadie les puede reprochar la entrega, el trabajo y la predisposición al mismo, es su seña de identidad. El asunto es que ahora se han incorporado dosis importantes de calidad y, sobre todo, una idea clara de lo que se quiere hacer y la convicción real de lograrlo.
Partidos que antes se atascaban, ahora se resuelven y los momentos duros durante los encuentros se superan. Es difícil de explicar pero ya no es casualidad, pasa casi siempre. Estamos ante uno de los momentos más dulces de los últimos años. Incluso se está superando la anterior etapa de Valverde. Minimizar a los rivales como se hace y parecer por momentos tan superiores no es para nada normal.
Bendito problema el del míster a la hora de hacer la alineación. Tiene donde elegir, todos están dispuestos y las bajas se suplen con solvencia. Cada partido ofrece una oportunidad a quien no suele ser habitual, independientemente de algo que es evidente, Txingurri tiene a sus preferidos. En esto, no engaña a nadie, es fiel a lo que cree y su apuesta desde el comienzo se basó en unos futbolistas concretos. Otra cosa es que por situaciones varias han entrado en escena otros para su propia felicidad y la de todos, ya que la plantilla ahora parece tener mucho más fondo de armario.
Soñar es gratis y vista la clasificación desde el jueves, como unas cien veces, Europa está muy cerca, se conseguiría el objetivo, pero el premio gordo también. La Champions está a tiro. Queda muchísimo, pero lo mismo que cuando va mal el tema nos angustiamos , ahora debemos ilusionarnos, por qué no.
La afición está feliz, en cada desplazamiento hay muchos athleticzales que llegan de las cercanías del lugar del partido o de Bizkaia. El orgullo por defender y vibrar con estos colores es independiente de la marcha del equipo, pero cuando la cosa marcha como ahora, todos sacamos un poco más el pecho. Fue el técnico quien ante las dudas iniciales apostó por los suyos sin ningún género de duda y es quien les está guiando por este maravilloso trayecto recién finalizada la primera vuelta
La maquinaria está tan engrasada que todo funciona a la perfección. Un detalle, en el Pizjuán rompían la camiseta a Sancet. Como si de un cambio de ruedas de la Fórmula 1 se tratase, los utilleros del Athletic tenían preparada otra en tiempo récord. Son también los mejores en esto. Muchas veces solo vemos el brillo de los que le pegan a la pelota, pero detrás hay un grupo amplio de personas que trabajan para quienes tienen el papel principal. Sois unos cracks.
Enero va a ser muy intenso y la acumulación de partidos si se pasa en Copa va a ser trepidante. El del Eibar es un encuentro complejo, de los de pico y pala y, por supuesto, acertar en el momento clave. Seguro que el Gallo nos recibe con muchas trampas tácticas para hacer que en Ipurua la batalla sea larga y costosa. Difícil va a ser pero tal y como está este equipo no tengo muchas dudas del rendimiento. El torneo del K.O. ilusiona mucho y ahora mismo visto lo que estos leones son capaces de hacer, hay que pasar sí o sí. Que siga la fiesta. No hay sitio para el carbón.
Leones de Oriente
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06.01.2024
Sus majestades los leones de Oriente ya están aquí. Mejor dicho, llevan algún mes por estos lares. No traen oro, incienso y mirra. Hacen algo mucho mejor para los aficionados del Athletic, marcan goles, ganan partidos y llenan de puntos su casillero de la clasificación. No es noticia lo de ganar tres partidos seguidos ni enlazar rachas en positivo. Nos estamos acostumbrando, qué maravilla. Valverde y su tropa pisan fuerte allá donde van y han madurado en tiempo récord. El colectivo prima sobre lo individual y todos suman a su manera.
La última victoria, la de Sevilla, pese a la comodidad en la que se produjo y la situación de los locales, no debe restar ningún mérito a lo hecho por los rojiblancos. Mandar como manda el equipo en este tipo de partidos habla mucho y bien del trabajo que hay por detrás en todos los sentidos. Las piernas y el corazón se entrenan en el verde, la cabeza es otra cosa. La mentalidad ha cambiado, y por aquí viene a mí entender el éxito. Todos sabemos cómo son estos chavales. Nadie les........
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