EL Athletic maneja todos los registros posibles en esto del fútbol. Es como el que va a salir a la calle y tiene el armario lleno de ropa y en función del tiempo que haga se pone una prenda u otra. Se amolda a las condiciones sin poner un pero y siempre saca su mejor versión, independientemente de cuál sea el guion que provoca el rival del momento. Esto que parece que debe ser algo normal en un equipo, no lo es. Por aquí va el éxito del Athletic esta campaña. Su catálogo es muy amplio.
El Athletic-Real Sociedad, en imágenes Borja Guerrero
La base de todo, como casi siempre, está en el trabajo. Los esfuerzos están garantizados y por ahí llega la mitad del resultado, a partir de aquí han emergido el resto de las aptitudes de un grupo que hasta hace poco, haciendo el mismo trabajo, no conseguía estos triunfos. La evolución de algunos jugadores, la confianza, el acierto del entrenador a la hora de sacar el mejor rendimiento a sus jugadores y darles el lugar en el campo que mejor les viene y, sobre todo, la pegada. Es una maravilla ver a los leones una vez llegan a meta con la tranquilidad con la que ejecutan las acciones. Parece fácil pero es muy difícil.
San Mamés está disfrutando como hacía años no lo hacía. Es curioso, porque estos futbolistas están minimizando a los rivales de tal manera que parecen equipos de menos nivel que el que en realidad tienen. Los de enfrente no pueden ante la propuesta de los rojiblancos. Jugar ante ellos provoca dolor de corazón, es un esfuerzo sobrehumano competir contra alguien que sabes no te va a dejar respirar en lo que dura un partido de máxima categoría. Empieza a ser un trago muy complejo de digerir medirte a los de Valverde. Todos hablan de datos, pero cuando lo comprueban en directo es peor aún para ellos. No es que sea el Athletic el equipo más en forma del campeonato, es el que más te exige, quien más te obliga y además te lleva al límite físicamente.
Tras veinte jornadas hemos visto diferentes propuestas y a todos los equipos de la liga. Salvo en el primer partido, en todos los demás se ha competido y en todos se ha podido ganar, por supuesto en alguno también perder. No es un tema de una buena racha o un periodo de estar en plena forma. El equipo ha demostrado que es regular y se puede confiar en él sin ningún género de dudas. La temporada pasada la segunda vuelta se hizo larga, pero este equipo no tiene nada que ver con el de la campaña pasada. Tiene muchos más recursos individuales y colectivos. Hemos pasado de considerar una baja un drama, a estar convencidos de que quien salga lo va a hacer igual o mejor. Son cosas del fútbol, pero, sobre todo, de la evolución natural de los que saltan al campo. Hace años se decía que venía una buena camada y entre eso y el paso adelante de los que llevan ya años y alguno como Ruiz de Galarreta que han llegado hace muy poco, ha quedado una plantilla que ilusiona muchísimo. Valverde hace lo más importante, les dirige.
El sábado no vimos un partido brillante en lo futbolístico. Sí disfrutamos por contra de un encuentro en el que los rojiblancos demostraron estar un punto por encima de la Real Sociedad, en ganas, intensidad y acierto. El balón se atascaba en el medio campo, pero las pocas veces que el Athletic consiguió sacarlo de ahí, corrió y perforó la meta rival. Choque de pico y pala con mucha concentración y trabajo en la sombra que dio sus frutos. Justicia deportiva.
Horas después y con la pausa de saber que los puntos están en la saca, son muchas las imágenes que nos vienen a la mente. Lo primero, obvio, el ambientazo en La Catedral, qué gozada. Casi récord, esta campaña se supera fijo. Lo segundo los duelos en el campo y el esfuerzo de los jugadores. El derroche de todos y cada uno de ellos y las ganas y el convencimiento grupal a la hora de ir a por cada pelota. Me llamó la atención que, en un derbi, Simón prácticamente fuera un espectador más, que maravilla. No hay duda, estamos disfrutando de un gran momento. Mañana más, la copa. Vamos Athletic.
El Athletic, un equipo poderoso
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15.01.2024
EL Athletic maneja todos los registros posibles en esto del fútbol. Es como el que va a salir a la calle y tiene el armario lleno de ropa y en función del tiempo que haga se pone una prenda u otra. Se amolda a las condiciones sin poner un pero y siempre saca su mejor versión, independientemente de cuál sea el guion que provoca el rival del momento. Esto que parece que debe ser algo normal en un equipo, no lo es. Por aquí va el éxito del Athletic esta campaña. Su catálogo es muy amplio.
El Athletic-Real Sociedad, en imágenes Borja Guerrero
La base de todo, como casi siempre, está en el trabajo. Los esfuerzos están garantizados y por ahí llega la mitad del resultado, a partir de aquí han emergido el resto de las aptitudes de un grupo que hasta hace poco, haciendo el mismo trabajo, no conseguía estos triunfos. La evolución de algunos jugadores, la confianza, el acierto del entrenador a la hora de sacar el mejor rendimiento a sus jugadores y darles el lugar en el campo que mejor........
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