La semana pasada, se celebró la CERAWeek, la gran conferencia de la industria energética de Houston (Estados Unidos), patrocinada por S&P Global. Tal vez sea más exacto decir conferencias, ya que los ejecutivos del petróleo, el gas y las energías renovables examinaron el mismo conjunto de hechos y expusieron por qué su propia industria es mejor y más importante que otras. No todos pueden ser ganadores. El futuro del bajo coste apunta a las renovables.

Amin Nasser, consejero delegado del mayor productor de petróleo del mundo, Saudi Aramco, comenzó la mañana del día 18, en la primera sesión, con lo que calificó de duras verdades. Nasser afirmó que la transición hacia las energías limpias está fracasando en la mayoría de los frentes, y que deberíamos abandonar la fantasía de eliminar progresivamente el petróleo y el gas, lo cual provocó el aplauso espontáneo de su público. Protestó por que se pasara por alto la contribución del petróleo a la riqueza mundial y afirmó que la demanda podría crecer hasta 2045.

Los participantes del sector del gas natural se mostraron igualmente optimistas. Ejecutivos de EQT Corporation (Pensilvania), Freeport LNG (Texas) y Williams Companies (Oklahoma) hablaron de cómo las exportaciones estadounidenses de esta materia prima podrían cuadruplicarse y reducir miles de millones de toneladas de emisiones al sustituir al carbón procedente de China. Señalaron con orgullo que las exportaciones de gas habían salvado a Europa el invierno pasado, pero se mostraron resentidos por el hecho de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hubiera paralizado la aprobación de nuevos proyectos de exportación de gas natural licuado.

Las empresas de energía verde se mostraron aún más optimistas. Desde las redes de recarga de coches hasta el almacenamiento de energía geotérmica, hablaron de la validación de tecnologías, el aumento de la producción y el descenso constante de los costes. Aquí no hay rencor, ya que las generosas subvenciones estadounidenses permiten a las empresas recaudar fondos y garantizar la existencia de mercados para sus productos.

Incluso la industria nuclear, propensa a sobrecostes masivos y a un crecimiento lento, parecía esperanzada, con el exsecretario de Energía de EE UU Ernest Moniz y Jigar Shah, responsable del programa de préstamos del Departamento de Energía, hablando de cómo la producción estandarizada y un mayor número de construcciones podrían reducir drásticamente los costes. Los partidarios de los reactores modulares pequeños y de la fusión se mostraron convencidos de que está llegando su hora.

Hubo cierto acuerdo. La inteligencia artificial, en particular, se veía como una oportunidad, ya que podría duplicar el uso de electricidad de los centros de datos estadounidenses hasta unos 35 gigavatios en 2030. Además, con la economía mundial en expansión, las perspectivas para la energía son relativamente buenas.

Pero no todas las empresas de un sector en rápida evolución pueden estar por encima de la media, y eso se aplica especialmente a la energía, que es una materia prima. Las fuentes fiables y de bajo coste acaban ganando. Ahora que la energía solar es la fuente de electricidad más barata y que el coste de los bienes complementarios, como el almacenamiento y los coches eléctricos, disminuye rápidamente, es comprensible que las empresas ecológicas sean optimistas sobre el futuro. Sin embargo, es posible que los ejecutivos de las empresas de combustibles fósiles estén bebiendo demasiado zumo de Texas.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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No a todas las empresas energéticas puede irles mejor que la media

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28.03.2024

La semana pasada, se celebró la CERAWeek, la gran conferencia de la industria energética de Houston (Estados Unidos), patrocinada por S&P Global. Tal vez sea más exacto decir conferencias, ya que los ejecutivos del petróleo, el gas y las energías renovables examinaron el mismo conjunto de hechos y expusieron por qué su propia industria es mejor y más importante que otras. No todos pueden ser ganadores. El futuro del bajo coste apunta a las renovables.

Amin Nasser, consejero delegado del mayor productor de petróleo del mundo, Saudi Aramco, comenzó la mañana del día 18, en la primera sesión, con lo que calificó de duras verdades. Nasser afirmó que la transición hacia las energías limpias está fracasando en la mayoría de los frentes, y que deberíamos abandonar la fantasía de eliminar progresivamente el petróleo y el gas, lo cual provocó el aplauso espontáneo de su público. Protestó por que se pasara por alto la contribución del petróleo a la riqueza mundial y afirmó que la demanda........

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