Cerrar la democracia no es gobernabilidad
No podemos olvidar nuestra historia reciente. Después de la revolución pingüina, de las protestas estudiantiles de 2011, del fin del sistema binominal en 2015, del estallido social de 2019 y del descontento general de la ciudadanía, ¿vamos a resumir todo en un cerrojo a la diversidad? ¿Vamos a cerrar la democracia para repartirse los recursos y los grupos parlamentarios entre unos pocos partidos grandes?
Hace unos días, varios medios informaron que el Gobierno estaría alistando un acuerdo con el Partido Republicano para impulsar la reforma al sistema político. Esa noticia nos provocó profunda preocupación porque lo que se presenta como un avance hacia la gobernabilidad, en realidad es un retroceso que amenaza con poner cerrojos a nuestra democracia.
El proyecto contempla aumentar los requisitos legales para constituir un partido político, elevando las firmas necesarias del 0,25% al 0,5% del padrón completo. Esto significa que, para conformar un partido, se necesitarían casi 26.000 firmas solo en la Región Metropolitana y más de 60.000 en todo el país.
En la práctica, se vuelve inviable que nuevas expresiones políticas puedan legalizarse. Lo que se está proponiendo es cerrar por dentro al........





















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