La fiel infantería del Madrid vuelve a rendir servicios extraordinarios, esta vez en Vitoria, en un partido que Lucas Vázquez resolvió de manera imprevista cuando expiraba el tiempo. Sólo los más puntillosos, o de memoria más privilegiada, lograrán recordar un cabezazo suyo en el área rival. Lucas Vázquez está para otras cosas, pero no para aprovechar un saque de esquina, cabecear con estilo y marcar el gol de la victoria, gol importante porque devuelve el liderato al Madrid. La mejor manera de cerrar el año.

Lucas Vázquez ya es un clásico. Lleva muchos años en el club y conoce perfectamente su trabajo. Sabe que no es una estrella, pero conoce hasta el último rincón del oficio, a los que muchas estrellas no se acercan ni por asomo. Sin esta clase de jugadores, apreciadísimos por los profesionales, al Madrid le faltarían algunas de las muchas Copas de Europa que guarda en sus vitrinas.

Fue Lucas Vázquez quien resolvió la vida al equipo en el memorable Madrid-Juventus, partido de vuelta que se consideraba de trámite pero que se convirtió en un infierno. Cristiano Ronaldo había marcado el famoso gol de chilena en Turín y el 0-3 se consideraba garantía absoluta de clasificación. En el segundo encuentro, el Madrid perdía 0-3 en el último minuto y se iba a pique. El mismo Lucas Vázquez que apareció en Vitoria para cabecear y marcar el gol de la victoria en Mendizorroza, surgió por delante del gigantesco Benatia, aprovechó el contacto y cayó derribado en el área de la Juve. Aquel penalti evitó una catástrofe que parecía escrita en el cielo. El Madrid se clasificó y semanas más tarde ganó en Kiev la Copa de Europa.

Cuatro meses después, el Real Madrid se enfrentó al Brujas en la primera ronda del torneo. El equipo belga se adelantó 0-2 en el primer tiempo y la hinchada comenzó a cargar contra algunos jugadores, especialmente contra Lucas Vázquez, objeto de críticas feroces. Es el destino típico de esta clase de futbolistas, sin protección mediática y suplentes habituales en equipos repletos de figuras.

Han pasado cinco años de aquello y Lucas Vázquez continúa en el Real Madrid con un rendimiento impecable. Tanto como su rendimiento impresiona su carácter, que no revela flaquezas en los momentos adversos, ni la menor concesión a la vanidad. Su función consiste en estar de punta en blanco siempre que se le necesita, y se le necesita mucho. Lucas Vázquez, antiguo extremo, ocupa desde hace años el puesto de lateral derecho, donde Carvajal es titular indiscutible, aunque su presencia resulte incierta. Le han crujido las lesiones. Con Lucas Vázquez, esa plaza siempre está en buenas manos.

A falta de un partido para cerrar la primera vuelta, el Madrid encabeza la clasificación, con 45 puntos, una cifra altísima, propia de equipo campeón, que en buena medida se debe a la contribución de los varios lucas vázquez que han saltado del banquillo a la titularidad. Las lesiones se suceden, pero el Madrid no se detiene. A los Nacho, Lucas Vázquez, Brahim y compañía se debe una importante porción del éxito.

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