Al llegar estas fechas solemos hacer memoria de cómo nos ha ido en este año. Lo primero, recordar a los que nos han dejado, y entre ellos citaré a tres gallegos que tuve la suerte de conocer, dos de mi equipo, Amancio Amaro, el jugador por el que me hice del Madrid, y el vicepresidente Fernando Fernández Tapias; y el tercero, de todos los equipos, el mejor locutor que ha existido, Pepe Domingo Castaño.

Para los madridistas lo peor de este año están siendo las malditas lesiones, y lo mejor, que se acaba de despejar un gran futuro con la Superliga, y la llegada de Jude Bellingham. No recuerdo a ningún futbolista que en tan poco tiempo se haya convertido en un líder del equipo. Y tratándose de un inglés la integración es todavía más sorprendente. De los británicos, el que más partidos jugó de blanco fue Bale, 258, con grandes momentos en sus primeros años y un lamentable final en el que dejó claras sus prioridades: “Gales, golf, Madrid, en ese orden”. Del Reino Unido los dos siguientes jugadores con más partidos fueron Beckham, 159 jugados, buen futbolista, pero con el peso de ser una estrella que le alejaba de lo cotidiano, y McManaman, el más empático e integrado de los british.

En el club blanco se ha querido, admirado y respetado igual a los que han nacido en España como a los que han venido de fuera. Así es Madrid, una ciudad abierta a todos. Han sido muchos y muy grandes los futbolistas foráneos que han triunfado, algunos, además de nacionalizarse españoles, se han quedado a vivir con nosotros, empezando por el más grande, Di Stéfano y tantos otros como Roberto Carlos, Mijatovic, Ronaldo Nazario, Valdano, etc. Los que ya éramos socios del Real Madrid en el año 1972, hemos visto la evolución desde aquel año, en el que se permitió fichar un máximo de dos extranjeros por equipo, siendo los primeros Günter Netzer y Óscar ‘Pinino’ Más, hasta el pasado 7 de enero, que en el Estadio de La Cerámica frente al Villarreal, el Real Madrid, por primera vez en su historia, presentó un once inicial sin españoles (sin contar los nacionalizados), pero en el que estaban jugadores tan nuestros como Modric, Kroos o el futbolista extranjero con más partidos jugados en el Madrid, Benzema, nada menos que 648.