El fútbol alcanza su máxima expresión, en cuanto a la emoción se refiere, cuando se juega a eliminatorias, cuando es o ganar o a casa. Bajo esta circunstancia se nos presenta una semifinal apasionante entre los dos equipos madrileños que disputan la Supercopa en Riad con la rivalidad a flor de piel por un pase a la final del domingo.

El Madrid ha encontrado respuesta a todas las adversidades que, sobre todo a modo de lesión, se han presentado durante la temporada. Ancelotti ha conseguido que el equipo siga siendo competitivo en Liga y Champions, a pesar de que la importancia de los futbolistas que han causado baja, tanto de corta como de larga duración, es total y absoluta. A priori, jugadores irremplazables. El buen hacer de los blancos, a pesar de estas dificultades, seguramente sea uno de los grandes motivos que han llevado al club a acometer la renovación del italiano.

El Atleti, por su parte, ha ofrecido dos caras durante los meses que llevamos de competición. Una, imponente, la del Metropolitano. Totalmente inexpugnable y con un caudal de fútbol ofensivo nunca visto en la longeva ‘era Cholo’ en el club colchonero. Ese buen hacer en casa contrasta con la irregularidad mostrada a domicilio, donde el rendimiento disminuye de forma ostensible en muchas ocasiones. ¿Qué Atlético nos encontraremos? Esa será uno de los grandes interrogantes por resolver.

En cuanto al propio choque, los de Simeone han sufrido contra equipos que aprovechan bien la amplitud de las bandas y progresan por fuera. Por ahí debe intentar hacer daño el Madrid con la disposición que vemos últimamente, cuando Rodrygo y Vinicius, o Rodrygo y Brahim se quedan muy abiertos en fase ofensiva, dejando el carril central para los futbolistas de segunda línea, donde Bellingham se está convirtiendo en una de las sensaciones del fútbol europeo. En cuanto a lo defensivo, vigilar los movimientos de Morata al espacio, donde está haciendo mucho daño y con mucho acierto y, sobre todo, Griezmann.

El francés es el todo o nada en el Atleti. Si está desconectado o en zonas alejadas de la portería rival, el fútbol ofensivo de los rojiblancos pierde muchos enteros. Veremos también si vemos una versión valiente y asumiendo riesgos en los del Cholo en el contexto de jugarte el pase a una final y hacerlo contra el Madrid.

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