El fotógrafo y artista visual bogotano Hersson Piratoba dijo: “Ignorante es aquel que se le enseña y no aprende”. Creo que es una frase perfectamente aplicable a la oposición. No hay forma de que aprenda, a pesar de los cabezazos que se ha dado a lo largo de este proceso político. Parece un fanático acumulador de derrotas. Y es impresionante que se empeñe en no aprender.

Cuando se descubrió la trama de las criptomonedas, cuya principal cabeza era Tareck El Aissami, comenzaron las redes a preguntar por él, que dónde estaba. Fue el momento en que el Gobierno comenzó a pasear, vestidos de traje naranja, a parte de la banda. Todos están presos, pero por alguna razón, en aquel momento el exgobernador de Aragua y expresidente de Pdvsa no apareció.

De eso se alimentaron las redes antisociales, destinadas a insultar y exigir la aparición de Tareck El Aissami, a quien, por cierto, el autor de Los papeles de Mandinga, Alberto Nolia, fue el primero en denunciarlo por choro y narcotraficante.

Pero en todo ese tiempo, a casi un año de su desaparición, la torpe oposición nunca hizo un aporte, sino que alimentó a sus seguidores con una suerte de manipulación para hacerlos ver lo que en realidad no es.

Están más o menos callados, a excepción de la oposición mayamera, que es la peor, más agresiva y más violenta de todas. Y ahora comienzan a aparecer los teóricos que hacen “análisis” de por qué en este momento aparece el exfuncionario de marras, y que en verdad siempre fue un personaje bastante aterrorizante, por el poder que logró acumular y por la capacidad de hacer daño. Hay mucha gente que fue víctima de su pandilla y toda la trama que armaron, entre ellos los camaradas Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos, quienes se atrevieron a denunciar la corrupción en Pdvsa y toda la pandilla se confabuló contra ellos para meterlos presos. Y que por cierto deberían recibir un desagravio público.

Sabemos que el proceso legal en Venezuela es extremadamente lento. Algo que Chávez cuestionó en infinidad de oportunidades. Y aún no se ha podido superar ese problema. Pero, ciertamente, la detención de El Aissami, quien viene de una vez con acusación y todo, es una evidencia de que la justicia tarda pero finalmente llega. Y por cierto, el fiscal asegura que hay más de 60 detenidos, quiere decir que las investigaciones nunca se detuvieron, hasta que finalmente dieron con la cabeza pensante del grupo. Todavía siguen buscando gente, porque es obvio que hay personas metidas en esa compleja trama que se organizó en Pdvsa.

Tendremos que esperar el desarrollo de los acontecimientos para ver cuál será el desenlace. Ojalá y satisfaga a la población.