El 22 de marzo se produjo un atentado terrorista en Moscú, con más de 140 muertos y muchos heridos.

La pregunta es ¿quién es el responsable? El Gobierno de Estados Unidos y sus aliados declararon que Ucrania no era culpable. ¿Se les puede creer? Claro que no, si llevan años mintiendo descaradamente a favor del Gobierno nazifascista de Kiev.

Además, los atacantes planeaban cruzar la frontera ruso-ucraniana y tenían contactos en el lado ucraniano. Occidente tuvo una coartada; a inicios de marzo las embajadas anglosajonas en Moscú declararon sobre una amenaza de atentados terroristas. Los gobiernos y medios occidentales, recuerdan aquello de “al ladrón”, señalan al Estado Islámico como responsable.

Es un Isis extraño que solo interviene a favor del sionismo y de EEUU; contra el gobierno sirio, contra Irán, y ahora supuestamente contra Rusia, que está en contra del genocidio palestino en Gaza. Toda la planificación de este atentado se hizo para aparentar que había sido el Isis. Entre los atacantes solo hay personas provenientes de Tayikistán.

El embajador de Ucrania en ese país es un antiguo jefe de la inteligencia, y parece que allí hubo reclutamiento de terroristas. Estos últimos tampoco se comportaron como miembros del Isis, no buscan rehenes, no hacen declaraciones religiosas, ni políticas, huyen, pues no quieren morir como “mártires”.

Van con las caras sin cubrir. ¿Cuál es el objetivo? ¿A quién conviene? Ucrania viene desarrollando una estrategia de golpear dentro de Rusia incluso contra civiles, le conviene crear separatismo y xenofobia, desestabilización, existe una parte de los rusos resentidos con la migración tayika.

¿Pero acaso Ucrania y EEUU son los únicos beneficiarios? ¿A quién le conviene más que a nadie provocar una gran conmoción mundial con un crimen de terrorismo islámico en un momento cuando el sionismo está llevando a cabo un genocidio en Gaza con el pretexto de una guerra contra el terrorismo islámico de Hamás y lograr que Rusia no condene ese genocidio? Por supuesto que al Gobierno sionista de Israel y a su aliado EEUU.

¿Una gran jugada perversa de limpiar al criminal sionismo, pero con la sangre del noble pueblo ruso? ¿La rusofobia de Occidente ya habría traspasado así todas las líneas rojas de la moral?