El 10 de febrero, Rusia celebró el Dia del Trabajador Diplomático. El 31 de octubre de 2002, por decreto del presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, se estableció el Día del Diplomático, que se celebra el 10 de febrero. Fue en este día de 1549 cuando se produce la primera mención del Ambassadorial Prikaz, el primer departamento de política exterior de Rusia. A su vez, el Ministerio de Asuntos Exteriores se remonta a 1802, creado por el emperador Alejandro I. Esta festividad se ha convertido en una nueva forma de reconocimiento de los méritos de la diplomacia rusa en la protección y el fortalecimiento de la paz y la estabilidad internacionales, y en defensa de los intereses de la política exterior de Rusia.
El autosacrificio, la lealtad al deber y el amor a la Patria son los atributos eternos de un diplomático ruso. Así tenemos la muerte en Teherán de A. S. Griboyedov, el gran poeta, diplomático, autor del Tratado de Paz de Turkmanchay con Persia; del cónsul imperial ruso en la ciudad macedonia de Bitola, A. Rostkovsky; la muerte del embajador en Belgrado, N. Hartwig; del diplomático mensajero T. Netto. La larga lista de empleados del servicio diplomático ruso y soviético que murieron en tiempos de paz en cumplimiento del deber ha sido continuada por los diplomáticos rusos contemporáneos que cayeron a manos de terroristas en Abjasia, Irak, Afganistán y Turquía.
El diplomático ruso es un funcionario de elevada preparación, valores humanistas y profesionalismo. Muchos consideran a la diplomacia de Rusia como la mejor del mundo en la actualidad. Es por eso, que Occidente constantemente ataca a los diplomáticos rusos, que son acosados, denigrados, y presionados para que traicionen a su país.
En marzo de 2018, bajo un expediente falso del llamado caso Skripal, occidente expulsó la suma de 140 diplomáticos rusos, una página vergonzosa en la historia de la diplomacia mundial. No lograron nada con eso. ¡Hoy la diplomacia de Rusia es más fuerte que nunca! Rusia no impone sus valores, no da sermones morales, no presiona, ni fabrica las decisiones políticas que necesita de los Estados soberanos y construye un intercambio de opiniones sobre una base de igualdad y respeto mutuo.