Creemos que las acciones a ejecutar por Venezuela en los diferentes campos que integran nuestra histórica reclamación comporta un conjunto de tareas que han de ejecutarse en forma continua. Esto, que pareciera un lugar común, argumento elemental, tiene que ejecutarse en forma simultánea y permanente encabezado por el Ejecutivo Nacional con la coordinación de las organizaciones de la sociedad civil y de los otros niveles de gobierno estatal y municipal.

El norte de la estrategia es de una política coherente nacional, estatal y municipal por los órganos respectivos con la incorporación de las organizaciones civiles de distinta naturaleza. Cada sector debe asumir su tarea asignada de acuerdo a una estrategia participativa que privilegie la descentralización de los órganos públicos en el objetivo nacional de la recuperación histórica del territorio Esequibo.

Por tanto, las acciones a emprender por los tres niveles de competencia territorial tienen que ser planificadas, coordinadas y ejecutadas con sentido continuo por los órganos respectivos de cada nivel. Hay que insistir en una estructura. No bastan los eslóganes y la propaganda. Es necesaria la acción organizada de los niveles de autoridad de modo de una estrategia flexible, participativa y coordinada. No centralizar la aspiración, más bien coordinar las acciones de los órganos y factores oficiales con el empuje de la sociedad civil, la cual tiene su estructura compleja.

Hemos enunciado el aporte que pueden dar organizaciones profesionales en el objetivo reclamante vinculado a los poderes públicos. El volumen de información obtenido o elaborado por los colegios profesionales ha de ser aprovechado al máximo con prontitud y sinergia y tomado en cuenta por el Ejecutivo Nacional. Por eso la sinergia inter orgánica necesaria de las entidades y la sociedad civil coordinadas por la Cancillería.
Acciones a emprender con simultaneidad en lo interno e internacional con una planificación continua en procura del objetivo delimitado en sus varias fases y ángulos. De ahí que la conducción del propósito es exigente y requiere mucha sinergia en las acciones. Estas tienen que ser muy previsivas y no a posteriori, extemporáneas. Es abundante el cúmulo de exigencias en el espacio temporal disponible. De ello dependerá que el “S