El PNV de la España vacía
Óscar López ha vuelto, y se nota. El que fuera jefe socialista en Castilla y León y número dos de Rubalcaba, con los peores resultados electorales en ambos puestos, ha sustituido a Iván Redondo como fontanero mayor de La Moncloa. Si su antecesor se estrelló en las elecciones madrileñas del 4M, él se somete ahora a la prueba del 13F en las castellanoleonesas. Su arma secreta consiste en que las candidaturas de la que llaman España vaciada logren unos buenos resultados para poder sumar.
El sanchismo ha liquidado ya cualquier resto de proyecto político autónomo del PSOE. Cuando Luis Tudanca, el candidato socialista, colocado ahí por López precisamente, declaraba en Madrid hace unos días que estas plataformas provinciales son útiles, y pueden ser sus aliadas, explicitaba que el viejo partido, sin agenda propia, está dispuesto a adoptar cualquier otra. Ninguna sorpresa.
Mientras el PP se marca como objetivo lograr la mayoría absoluta, los sanchistas de Castilla y León aspiran a que se repita la sorpresa de Teruel Existe que logró un diputado decisivo para hacer presidente a Sánchez. Esperan que, con suerte, las candidaturas rurales de Soria, Salamanca, Burgos, Valladolid y Palencia, con otras que repiten en León y Ávila, logren representación y puedan hacer presidente a Tudanca.
Todas estas iniciativas excavan en la misma veta. Intentan reproducir una práctica de chantaje al Estado, esa en la que nadie supera a los nacionalistas vascos. Buscan la opción de poder arrancar “cupos” provinciales a cambio de su voto en las negociaciones presupuestarias. Pretenden convertirse en los PNV de la España vacía. Esa es al menos la motivación que........
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