¿Robar el alma a los pueblos del oriente?
Según Guido Áñez Moscoso, abogado, amigo y refugiado político, la frase “robar el alma” es muy antigua, y ha estado en la creencia popular, desde tiempos inmemoriales. Esta expresión alude a quienes consideran a la cultura aymara y quechua como dominantes en Bolivia y “que las otras culturas deberían ser absorbidas por estas dos. Para ello, se debería “robar el alma” a los pueblos del oriente”.
Frente a esta malsana consigna política, habría que subrayar el alto valor de identificarse con un modo de hablar peculiar y su relación con el desarrollo de un pueblo. En nuestro caso, el lenguaje del cruceño siempre tuvo sus características particulares que dieron sazón y frescura a su forma de ser.
Relacionado a lo anterior, toda vez que se habla de la correspondencia entre lenguaje e identidad, se antepone el concepto de pueblo, definido de alguna manera, como un grupo humano unido en un espacio geográfico determinado -aún si el pueblo en cuestión hubiera sido expulsado injustamente de él-, que practican una misma........
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