Inteligencia, tecnología; la apuesta
En Palacio Nacional tienen claro que han roto con la estrategia de seguridad del anterior sexenio; la apuesta —me dicen— es consolidar un gran cuerpo de inteligencia del Estado Mexicano con capacidades jurídicas, tecnológicas y operativas para dar golpes quirúrgicos que lleven al abatimiento de los grandes cárteles del crimen organizado y reduzca la delincuencia común.
Rechazan, con una convicción asombrosa, que este “súper” cuerpo de inteligencia —que alineará legalmente a la Secretaría de la Defensa Nacional, a la Marina Armada de México, a la Guardia Nacional, a la UIF, a la CNI, a las fiscalías General de la República y estatales a colaborar y compartir sus investigaciones— pueda ser usado con fines políticos o contra la oposición.
Anoche, un asesor me comentaba que no hay punto de comparación en el mundo con este esquema que coordinará la Subsecretaría de Inteligencia pues operativamente obligará a que las piezas sueltas de inteligencia trabajen como una sola, no se oculte información ni haya margen para proteger a ningún delincuente.
Esta estrategia de seguridad, presentada la víspera por el secretario Omar García Harfuch, me aclaran que va más allá de la implementada por el gobierno anterior, pues no sólo se trata de tener el control de todas las fuentes de inteligencia y contrainteligencia para usarla contra los grupos criminales sino que fortalece otras herramientas del Estado Mexicano, ojo, del Estado Mexicano.
“Todos los organismos se quedaban con su información, y eso hacía más difíciles las cosas… hoy los obligas........
© La Razón
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