La mala fama de los filósofos en la antigua Roma
En 1947, el Fondo de Cultura Económica publicó la traducción de Wenceslao Roces de la obra monumental de Ludwig Friedlaender, La sociedad romana. Historia de las costumbres en Roma desde Augusto hasta los Antoninos. A pesar de haber sido redactado en el siglo XIX y de contar con más de mil páginas, el libro sigue leyéndose con deleite y provecho.
El penúltimo capítulo de esta obra trata del sitio que ocupaba la filosofía en la Roma de aquel tiempo. Friedlaender cuenta cómo los romanos fueron grandes admiradores de todo lo que tuviera que ver con la cultura griega. Entre los frutos de la civilización helénica que ellos importaron estuvo, como era de esperarse, la filosofía. No obstante, esa disciplina nunca dejó de tener detractores entre los romanos. Lo que reprochaban a la filosofía era que hacía que los varones se volvieran pedantes e indiferentes de los asuntos prácticos, en particular, de los políticos. El ocio que exige la filosofía no agradaba a los romanos, que privilegiaban la acción por encima de la........
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